MINE; joão félix

xxx. mine

❪ elena's pov ❫

Miraba el televisor, luego la pared y luego el reloj, y así sucesivamente estaba. No tenía nada para matar el aburrimiento.

La casa se sentía vacía y el tiempo pasaba lento cuando no estaba nadie, ni Cassie. Tal vez retomar lo de ir de vacaciones a Manchester no estaría mal, al final me lograría despejar.

El tiempo pasaba lentamente y eso me ponía nerviosa, no por que esperará algo. La verdad es que no tenía a nadie en Tottenham, bueno al Cuti pero ya casi ni hablamos por lo que hice.
Angel seguramente debe estar en una cita con alguien, sabrá Dios quién y seguramente mi hermano y Damián igual.

Así que, básicamente estoy sola.

Las horas de diferencia que tenía con España no eran tantas, pero sabía que Aitana estaría ocupada en estos momentos, por lo cuál no podría llamarle.

Iba a cambiar de canal hasta que escucho un golpe en la puerta, decidí no atender pero los golpes se volvieron más persistentes.

Con pereza y algo de sueño me levanté del sofá llevando conmigo una colcha y me tape hasta la cabeza dejando solo mi cara para poder ver. Las únicas personas que me visitarian serían mi hermano, Damián, Ángel y Cuti si es que me quiere ver, por lo que no me molestaba mi apariencia.

Una vez llegué abrí la puerta con flojera y me quedé en silencio y en shock.

João en la puerta de mi departamento, en Tottenham.

—No puedes escapar tan fácil, Lena.

Esa voz.

Esa maldita voz que tanto amaba y que no había escuchado hace dos meses.

🦭

—¿Qué se supone que haces acá? —si, lo había dejado pasar.

Miraba mi tasa de té, bebida que se había vuelto mi favorita y la única que podía soportar. No podía mirarlo, simplemente no podía.

—Lo sé, Lena —al principio no entendí a lo que se refería—. Se que estás embarazada.

No lo volteé a mirar. ¿Cómo podría mirarlo cuando él ya sabe toda la verdad?

—Jack me lo contó —eso no me tranquilizaba en nada, pero al menos no mataría a mi hermano o a Damián.

—Ahora solo quiero saber el por qué no me lo dijiste antes.

—Miedo quizás —contesté en un susurró—. Estás en el mejor punto de tu carrera y pensé que esté bebé no sería lo mejor para vos.

—Elena, quiero que me escuches y que me mires —no le hice caso en lo último.

No podía mirarlo, no ahora.

Sentí su mano en mi quijada e hizo que lo mirará a los ojos.

Dios no soy tu mejor guerrera.

—Ni ese bebé ni tú arruinarían mi carrera. Ese bebé es lo mejor que me ha pasado en mi puta vida... você eres lo mejor que me ha pasado en mi vida —su voz sonaba tan firme y a la vez tan nerviosa que me dieron ganas de llorar en ese instante.

—No quiero que pienses que ese bebé puede ser lo peor de mi vida porque no lo es, ni tú ni ese bebé —me limpio algunas lágrimas que ya estaban saliendo—. Di algo o voy a morir.

Reí ante eso y negué varias veces.

—Estoy sorprendida —hablé como pude.

—Dime lo que sobrepiensas y yo te sobreexplico —me quedé en silencio sin saber que decir.