MINE; joão félix

xiii. shameless

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Miraba a João y a Cassie jugar tratando de procesar lo que había pasado.

Hace dos minutos me levanté y lo primero que vi fue a João y George conversando mientras que Cassie jugaba en el regazo de João.

—¿En que piensas, Lena? —la pregunta de João me hizo salir de mis pensamientos.

—En que hay un futbolista que está en mi casa cuando debería estar en Madrid, no lo sé. —respondí sarcástica acercándome hacía ellos. Aún andaba en pijama, pero me importaba poco en estos momentos.

Él solo río—. Me preguntó quién podrá ser. Você o conhece, Cassie? —preguntó hacía mi hija en sabra Dios que idioma.

—Não. —no pude evitar sonreír ante el intento de mi hija por hacer la pronunciación bien. João sacaba lo mejor de Cass, y de mi tan bien.

—Voy a recoger a Damián en la entrada, —avisó George—, ¿vienes cass?

Mi hija asintió feliz y saltó del regazo de João para irse con George. Vivir con George y una niña de seis años significaba una sola cosa.

Locuras.

Y casi siempre aparecía Damián en el apartamento, hasta tenía una llave, seguramente hoy se le olvidó.

George y yo vivíamos en un apartamento bastante grande, y un poco alejado de la ciudad en sí. No sabíamos por cuánto nos quedaríamos así que preferimos un apartamento antes que una casa, lo bueno es que nos llevabamos bien con los vecinos.

—Lena. -—João me llamó. Cassie y George nos habían dejado solos (malditos, menos mi hija).

—¿Qué? —contesté con un poco de mal humor. Eran recién las nueve de la mañana, y yo necesitaba al menos dormir hasta las diez.

João palmeó su regazo y entendí la referencia casi al instante.

—Estas loco. —me negué.

—Te haces la difícil. —contestó con una sonrisa ladina.

—Cassie, George y Damián están a nueve pisos debajo de nosotros, pueden venir en cualquier momento. —me gustaba la idea de estar en su regazo, pero definitivamente George y Damián lo iban a re mal pensar todo.

—No va a pasar nada, princesa. —¿Quién soy yo para negarme cuando me llama "princesa"?

Le dije adiós a mi orgullo y senté en su regazo, al principio me iba a sentar y darle la espalda, pues verlo a la cara era imposible para mí y más si estaba sentada sobre él.

João tenía otros planes y apenas se dió cuenta de lo que iba a hacer me giro rápidamente y me hizo sentarme haciendo que lo mirará cara a cara.

—Ésto no era parte. —dije en un susurro.

Lo tenía tan cerca y a pocos metros de mi cara, ¿así te reciben en el cielo?

—Nunca hablamos de eso. —contestó con simpleza mientras llevaba sus dos manos a mi cintura—. Pero debemos hablar de algo.

—Si es por qué te vas a Ibiza, ya lo sé. —él me miró con cara de sorpresa y confusión—. Damián me lo contó todo.

—Ven conmigo entonces, puedes dejar a Cassie con George y Damián. —por más que quisiera eso, no quería.

No era que no quería, no podía. Tenía trabajo, tenía que grabar videoclips, entrevistas, canciones, entre otras cosas.

—Tengo un par de cosas que hacer, pero podes ir vos. —contesté. No sé en qué momento tome valor pero pose mis brazos en sus hombros.