MI OMEGA REBELDE.〔Jimsu〕

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Los jugadores daban todo de sí, para poder remontar la puntuación. ¿Qué estaba pasando con ellos? Habían practicado mucho para ese momento. Fueron días de duros entrenamientos, entonces, ¿por qué parecía que eran unos inexpertos?

— que te pasa Jimin, vas fallando dos canastas — cuestionó Jin

— lo siento — respiró cansado, miró disimuladamente a todos lados, tenía la esperanza de que el omega estuviera allí, viéndolo jugar.

— ¡Jimin! — escuchó el fuerte grito del entrenador

El alfa volvió a la realidad y vio como un jugador del equipo contrario le quitó la pelota y lanzó a su canasta ganado dos puntos más para su equipo.

El entrenador lo llamó con la mirada, estaba furioso, de eso estaba seguro.

Al llegar a la banca, el entrenador cambió a Jimin por Han, quien estaba listo para ingresar a la cancha.

— que te está pasando Jimin, ¿acaso eres un principiante? ¿No te das cuenta del marcador?

— lo siento entrenador

— eres el capitán, Jimin, todos te siguen — se masajeó el puente de la nariz — además, ¿te das cuenta que estás haciendo el ridículo frente a los representantes de las universidades? Quieres o no ingresar a una universidad de prestigio

— claro que si

— ¡¿crees que alguna de ellas van a querer darte una beca deportiva, con el paupérrimo desempeño que estás demostrando hoy?! ¡Por dios Jimin, concéntrate!

El entrenador lo dejó en el banco a que recuperará fuerzas y las ganas que por alguna razón estaba perdiendo.

Jimin miró a las gradas topandose con su madre, quien le sonrió haciéndole saber que tenía todo su apoyo, pasara lo que pasara ese día.

No faltaba mucho para el tiempo diera a su fin, se sentía tan frustrado, no podía concentrarse en nada, era un dia importante para él. Los representantes de las universidades iban a ver a los mejores jugares para poder otorgar una beca deportiva. Sabía que si no se ponía las pilas, posiblemente lo descartarían como posible opción.

Tiró la toalla al suelo con una inevitable molestia. Tenía tantas ganas de mandar todo a la mierda.

A los minutos escuchó una leve vibración que pudo sentir en su maletín que estaba cerca de él. Al tomarlo no podía creer quien era el que lo estaba llamado.

— ¿hadita?

— no vine hasta aquí para verte perder — se escuchó antes de que colgaran.

Jimin buscó desesperadamente a la persona de la llamada. A los lejos tanto alfa como omega pudieron conectar sus miradas. Yoongi estaba en una esquina un poco escondido de los demás, tenía una media sonrisa, levantó un poco sus mano para moverlo lentamente de un lado a otro en un saludo.

El alfa no pudo evitar que algo se removiera en su interior, la emoción era tan grande que sintió que todas sus energías volvieron a él.

— entrenador, déjeme entrar, ya me siento mucho mejor

— Jimin — el entrenador no se sentía muy seguro, pero si notó que algo cambió en la actitud del joven alfa, así que dando una señal al arbrito, Jimin ingresó a la cancha y reunió al equipo.

— bien chicos, podemos ganar este partido, no nos ganan por mucho, tenemos doce minutos, es ahora o nunca

— este es el capitán que necesitamos — mencionó Ken