Jimin quiso ser más rápido, intentó alcanzar a Yoongi, pero al paracer el omega era bueno corriendo. Lo había buscado por casi todo la preparatoria, cuando no lo encontró, fue hasta su auto para poder ir al departamento del peliverde y explicarle las cosas.
Mientras manejaba, no podía creer lo que estaba sucediendo, solo hace un día atrás ellos estaban muy bien, hasta ya parecería que el omega le estaba tomado cariño, es más, ese día le propondría ser novios, pero ahora, por un malentendido todo se estaba derrumbando.
Al llegar al edificio y al no ver al encargado, no dudo ni un segundo subir hasta el piso donde vivía el omega.
Tocaba la puerta desesperadamente, tenía que explicarle que jamás jugaría con él, que sus sentimientos son reales y que nunca acepto ser parte de esa apuesta.
— ¡Yoongi! ¡Yoongi, por favor, ábreme! ¡déjame explicarte las cosas! — siguió tocando insistentemente — ¡Yoongi, yo te amo! ¡créeme, jamás se me hubiera pasado por la cabeza jugar contigo! ¡Yoongi!
— joven, disculpe, pero ¿podría dejar de tocar así? — un señor de aproximadamente cincuenta años apareció detrás de Jimin — no hay nadie en el departamento
— ¿qué? ¿Aquí no vive Min Yoongi? — preguntó pensando que quizás se confundido de departamento
— si, pero el joven Yoongi aún no llega, perdone, nose quien le dejó pasar, pero usted no puede estar aquí tocando de esa manera, ¿acaso no se da cuenta que hay más personas viviendo en este edificio?
— perdón, pero ¿podría abrir la puerta? Para esperar a Yoongi ahí dentro
— lo siento, yo no puedo hacer eso, nose quien es usted y las indicaciones de los señores Min son claras.
— yo soy... su alfa
— lo siento, no tengo información sobre que el joven Yoongi tenga algún alfa.
— ¿y por qué tendría que saberlo usted?
— el joven Yoongi es menor de edad y cuando los señores Min alquilaron este lugar, me dieron instrucciones sobre la estadía de su hijo, y aunque realmente usted sea su alfa, aún así no podría abrir esa puerta a menos que el joven Yoongi me lo diga y mientras él no esté aquí, nadie puede entrar a ese departamento.
— entiendo, ¿y sabe a donde se fue? O ¿qué hora va a volver?
— no lose joven y aunque lo supiera tampoco podría darle esa información
— okey, gracias y disculpe las molestias
Jimin cabizbajo salió del edificio, no pudo evitar que apenas ingresar a su auto, rompiera en llanto, golpeó incontablemente el timón, tratando de calmar su frustración, ¿Por qué todo le estaba saliendo mal? ¿Qué cosa había hecho para que terminara así? ¿Acaso era una persona mala que se merecía algo así?
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Yoongi había llegado a la casa de su amigo, estaba parado en la puerta, respiraba tratando de tranquilizarse, sus lágrimas no pudieron retenerse en sus ojos. Pero el omega no lloraba de tristeza, no, claro que no, más que nada sus lágrimas eran de impotencia y rabia.
Aun no podía creer que haya sido tan estúpido que haber creído a ese alfa, sabía que nunca debió involucrarse con él, todos los alfas eran iguales, solo juegan con los omegas para creerse superiores y ahora lo confirmaba, Jimin no era diferente a esos alfas.
Después de tranquilizarse un poco abrió la puerta para poder estar con su mejor amigo, quien era el que más lo necesitaba.
— Nannie, ya llegué, compré algunos dulces para poder ver tu saga favorita, aunque a mi me parezca aburrida e irritante, te prometo que esta vez me quedaré despierto contigo viendo todo StarWars.
Dejó la bolsa de dulces en la isla de la cocina. Estaba haciendo los refrescos hasta que escuchó un sollozo. Alterado fue donde su amigo, no podía soportar verlo llorar, odia ver triste a su mejor amigo.
Sin decir una sola palabra se acercó a abrazarlo y poder consolarlo un poco.
— ¿q-qué hice mal? ¿Mi amor no era suficiente para él? ¿Soy un mal alfa?
— no digas eso Nam, tú eres el mejor alfa del mundo, Jin es un estúpido que no supo valorar tu cariño — le sostuvo del rostro — tu eres un alfa ejemplar, que él no lo supo apreciar, es su problema. Pero un hombre como tú, no va a encontrar ni aunque volviera a nacer.
— quien eres y que le hiciste a mi amigo
— soy una versión nueva de Min Yoongi, que sale cada vez que veo a mi amigo triste — le limpió las lágrimas — no llores, Jin no merece ninguna lágrima más
— fuiste a golpearlos, ¿verdad?
— se lo merecían, no tenían derecho a querer jugar con nosotros.
— al parecer nos convertimos en los personajes típicos clichés de los fansfic's que leo.
— te dije que dejaras de leer esas cosas, traen mala suerte.
— gracias, eres el mejor amigo del mundo
— lose, lo soy — le guiñó un ojo y volvieron a abrazarse.
Yoongi siempre trataba de ser fuerte en cualquier situación, en cambio Namjoon a pesar de verse y ser un alfa fuerte, realmente era muy sentimental, le afectaba las cosas mucho más rápido que a él. Como cuando le dijo que viviera en Seúl por sus estudios, Namjoon se puso a llorar pensando en que ya no lo volvería a ver, aunque solo minutos después le dijeron que él también viviría allá, para estudiar junto a su amigo.
Su amistad dudaría esta vida y las que seguian, así lo declararon cuando hicieron un pacto a la corta edad de seis años.
