A la mañana siguiente Jimin caminaba por los pasillos mirando por todos lados, en ese momento no le importaba los omegas que se le acercaban, según para felicitarlo por ganar el campeonato. A él, lo único quería era al omega peliverde con aroma a café y chocolate. Intentó olfaterlo, pero lo único que sus fosas nasales olían, eran los aromas agobiantes de los demás omegas, era lo mismo de siempre, ellas intentaban liberar sus feromonas, para según atraerlo.
— oye Jimin, que haces ahí parado, dentro de unos minutos tocarán el timbre, tenemos que ir a clases. Sabes que el profesor de biología nos dará un reporte si llegamos tarde otra vez.
Jimin resignado, asintió y caminó junto al beta hasta su aula de biología. Cuando llegaron, el alfa levantó rápidamente su rostro al percibir el aroma que tanto había buscado desde que llegó.
No pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro, ahí estába, el lindo omega de cabello verde menta, que leía un libro, se veía tan dulce. Se sentó atrás del él, al parecer no notó su presencia.
El profesor había ingresado y comenzado su clase, Jimin no podía atención, su concentración se lo llevaba el hermoso omega de delicioso aroma que tenía al frente, ¿cómo no se había dado cuenta antes de ese omega? Creo que alguien como él, no pasaría desapercibido.
— ¡joven Park! — golpeó la mesa, sacando así los pensamientos de su cabeza
— profesor
— yo se que no le interesa mi clase, pero al menos disimule, ¿no cree? — cuestionó de mala gana
— lo siento profesor
— los deportes no son todo joven Park, créame que a mi no me importa si es o no el capitán de equipo de Basquetbol, aquí no estamos en deportes.
— si, profesor
Jimin se sintió muy avergonzado, no era la primera vez que le llaman ma atención, pero era la primera vez lo hacían frente al omega(bueno segun él), quien curioso había volteado, por un instante conectaron miradas, aunque él lo desvío rápidamente.
— espero que lo comprenda, pero aun si, no se salva de esto — le entregó una hoja
— ¡¿castigado?! — dijo sorprendido — pero profesor...
— profesor, disculpe — intervino Jin — no puede darle un castigo, tenemos prácticas y-
— ¿usted también quiere uno joven Kim? Así puede hacerle compañía a su compañero.
— no profesor — se quedó callado, dándole una mirada a Jimin, quien le agradecía con la mirada por tratar de defenderlo
— muy bien, sigamos con la clase
Yoongi se volvió a acomodar en su asiento, rodó los ojos por lo que acaba de suceder, ese chico era el alfa que lo golpeó con la puerta el día anterior. Por su culpa tenía una marca roja en su frente, aunque podía disimularlo gracias a que se puso algo de maquillaje.
¿Como es que recién ahora se da cuenta que el capitán de equipo de Basquetbol está en su aula? Aunque realmente no era que le importara quien estaba o quien no en su salón, él solo iba a clases y ya.
Luego de dos horas del curso de biología, el timbre se escuchó por el pasillo. El profesor se despidó y los estudiantes guardaban sus cosas para ir a su siguiente clases.
Jimin se apresuró lo más posible para poder hablar con el omega, (que ahora que lo pensaba, aun no sabía cómo se llamaba) pero cuando terminó de guardar su último libro, notó que ya no estaba en el aula. Suspiró y se sentó otra vez.
— que haces ahí, tenemos deportes, apresúrate — le palmoteo el hombro, para después ir juntos al gimnasio.
Quizás allí Jimin pueda tener la oportunidad de hablar con el omega
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Yoongi estaba en los vestidores, se estaba poniendo su ropa de deportes, realmente odia ponérselo, el polo que por ser omega tenía que ser entallado y short blanco era muy corto para su gusto. A los demás omegas les fascinaba ese uniforme y solo era básicamente porque podían presumir sus cuerpos a los alfas. Yoongi no podía creer lo superficial que podían ser, si un alfa de verdad te quiere no debe fijarse solo en el exterior, eso con el tiempo se pierde, pero lo que se tiene en el interior perdura por años.
Cuando estaba saliendo no se percato de que grupito de "populares" lo estuvieran esperando.
— vaya, miren al nerd — pronunció una de ellas — es un estudiante o un fantasma
Yoongi rodó los ojos, ¿acaso no se sabían otro insulto? Sabía que su piel era extremadamente pálida, pero tampoco era que podía broncearse y agarrar un poco de color, primero porque le importaba muy poco lo que pensaban de él y segundo porque su piel era muy delicada.
"Ignoralas Yoongi, solo ignoralas" se repitió en su cabeza una y otra vez, no quería tener problemas.
— ups, lo siento nerd — dijo Karina, cuando le puso el pie y Yoongi terminó en el suelo.
El grupo de omegas de fueron entre risas, mientras que Yoongi trataba de respirar tratando de controlarse para no ir y agarradas de las greñas a esas estupidas. Se puso de pie y sacudiendo un poco su uniforme se dirigió al gimnasio.
— ¿otra vez tarde? — la profesora de deportes lo estaba esperando con los brazos cruzados
— perdón, profesora, es que tuve un inconveniente — miró de mala gana al grupo de chicas que se reían por lo bajo
— no quiero excusas, ahora gracias a su compañero, darán cinco vueltas por toda la cancha
Todos los estudiantes se quejaron y protestaron, la profesora los calló y dando sonido a su silbato, todos comenzaron a correr. De vez en cuando Yoongi sentía ciertos empujones, no les prestaba atención, solo quería terminar con esa tortura. Odiaba con todos su alma los deportes.
— muy bien, espero que hayan comprendido, y la próxima vez que lleguen tarde darán diez vueltas además de limpiar todos el gimnasio — demando
— patético — murmuró, pero lamentablemente no lo hizo tan bajo como creyó
— ¿dijo algo, joven Min? ¿Desea compartirlo con la clase?
— no profesora — rodó los ojos
— ¿cree que mi clase es patética?
Yoongi que ya estaba aguantando tanto, trato de controlar a su lobo, pero a veces explota sin medir las consecuencias.
— pues, usted que creer profesora — dijo por fin — ¡hasta ahora no entiendo porque tengo que estar en esta clase, es vez que tener un curso más importante para mi, ¿de qué me va a servir deportes? Yo debería estar estudiando algo más importante, algo que eleve mi coeficiente intelectual, pero en vez de eso, estoy en la clase más patética e insignificante que puede existir!
Después de decir todo eso, Yoongi cerró sus ojos, asimilando todo lo que acaba de decir, estaba en problemas y lo supo cuando la profesora no dijo nada, solo le extendió una hoja amarilla. Yoongi de mala gana la tomó y fue a sentarse en las gradas. Tenía que calmarse si no quería más reportes y castigos.
