Capítulo 15

245 35 5
                                    

Sus ojos negros no podían dejar de observar su figura y a la joven que charlaba con él. Ya sabía por experiencia que no debía adelantarse a los hechos, porque las dos veces que lo vio hablando con mujeres, resultaron ser amigas de Naruto y él la persona que lo había enamorado según sus cartas.

Sin embargo, esa jovencita era compañera suya y amiga de Izumi. Nunca la había visto acercarse a su amigo y a pesar de que eso había ocurrido con Hinata y Sakura, sabía que esta vez era diferente, porque estaba seguro de que Naruto se lo había comentado en algún momento desde que comenzaron a hablar.

Ya había pensado en esperar el tiempo que fuera necesario para que su compañero se le confiese y no arruinar el esfuerzo que había hecho con las cartas.

Sin embargo, la paciencia poco a poco se le iba acabando, porque la carta sin terminar que había encontrado, aún no aparecía en su casillero y de eso habían pasado dos semanas.

Dos semanas donde había compartido su tiempo con Naruto.
Dos semanas donde había creado hermosos momentos con él, como acompañarlo a entrenar a pesar de que Itachi aún no se atrevía a subir al ring, tardes de películas los días que el rubio no trabajaba e incluso, un día lo invitó a pasar una tarde con él en su lugar de trabajo, donde Naruto se tomaba su tiempo libre para compartir una bebida o comer algo a su lado.

¿Aquello contaba como una cita? Quizás para cualquier otra persona no lo hubiera sido, pero para Itachi resultaba ser una cita indirecta porque ninguno de los dos nombró esa palabra y aún así pasaron tiempo juntos, conociéndose siempre un poco más.

Naruto era una persona sencilla, amable y sonriente a pesar de su aspecto temerario. Era fácil saber lo que le gustaba solo con notar su semblante sonriente y relajado al hablar de algo en específico, como cuando le contó sobre su gusto por los comics o cuanto esperaba que llegaran las vacaciones para poder ir hacia la casa de sus abuelos.

También, pudo conocer un poco de su amor por el boxeo y a pesar de no haber entrado en detalles por pedido de él, solo mencionó que fue una pequeña precaución por si en un futuro lo necesitaba.

Quería que ese muchacho dejara de perder el tiempo, tomara valor y se acercara a decirle lo que quería, porque estaba pensando seriamente en pedirle disculpas por mandar todo al carajo y ser él quien se confiese de una vez por todas. Lo quería tener a su lado y que las jóvenes de su clase dejaran de suspirar por él, o quizás, que tuvieran en su cabeza que Naruto ya estaba apartado.

¿Desde cuándo mostraba aquellos niveles de celos?

Ciertamente, Naruto fue la primer persona en hacerlo experimentar dicha emoción y fue cuando conoció a Hinata.
Sakura llegó poco tiempo después y a pesar de haberle agradado por la manera en la que habló de su, previamente, remitente anónimo, no pudo ignorar esa desagradable sensación que llegó a su cuerpo cuando la vio colgada de él besando su mejilla. Aquel sentimiento había sido lo suficientemente fuerte como para querer alejar todas las hermosas emociones que podía sentir por su amigo y darse por vencido de una vez por todas.

No obstante, Naruto continuaba alimentando esa ilusión cada vez un poco más.

Uzumaki comenzó a tener otro tipos de acercamiento con él, que si bien para los que lo conocían podrían ser amistosos, Itachi tenía en claro que nada de eso era con dicha intención.

Porque Naruto lo abrazaba sin razón o depositaba besos en sus mejillas cuando se encontraban a solas en su tarde de películas.
Porque Naruto se aferró a él cuando Itachi fingió dormir, sintiendo el suave beso que había dejado en su frente aquel día.

Porque Naruto lo protegía aún cuando no debía hacerlo, lo alentaba para continuar con sus clases de repostería a pesar de que el pastel que había preparado le había salido apelmazado y algo amargo por no haberle puesto azúcar, pero si limón. Su amigo nunca lo culpó y a pesar de que a simple vista ni siquiera se veía bien porque sus orillas estaban quemadas, el mayor lo comió como si fuera una de las tanta delicias que preparaba el mejor repostero de Japón.

Cartas (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora