Capítulo 16

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Antes de comenzar, quería agradecer su paciencia por esperarme durante toda la semana. He tenido días más pesados de lo normal con respecto al trabajo y al igual que ustedes, hay veces que se me imposibilita el llegar a escribir e incluso, ni siquiera pude revisar mis trabajos, por lo que, como bien he informado, los he enviado a borradores hasta alcanzar a corregirlos de acuerdo a las nuevas normas de la plataforma.
No puedo dedicar mi vida por completo a la escritura (Aunque admito que es algo que me encantaría), pero necesito trabajar para sobrevivir por lo que me voy amoldando al poco tiempo libre que me queda.

Sin más que decir, les agradezco una vez más y espero que disfruten su lectura.


Su oscura mirada se dirigió hacia su celular encendido, demostrándole que ya había pasado una hora de la acordada para el encuentro.

¿Debió poner su nombre en la nota? No, se suponía que debía ser una sorpresa aunque, repasando la idea un poco más, quizás debió haberlo hecho para que el rubio pudiera estar confiado.

"Te espero en el bosque de la plaza central el sábado a las 20:00 hs.

¿Anónimo?"

Corto, conciso y esperaba que fuera suficiente para poder llamar la atención de su joven compañero. La había dejado dentro de su casillero el día anterior, antes de salir con prisa del lugar, ni siquiera se había quedado a las clases de repostería a la que se había inscripto.

Había estado esperando su carta durante toda la semana. Aquella donde plasmaba de la manera más maravillosa todos sus sentimiento hacia él, pero en su casillero solo se encontraba con sus libros y cuadernos. No halló más regalos, no hubo notas ni las típicas cartas de aspecto antiguo con la que se sorprendía anteriormente.

Le resultaba vergonzoso el hecho de que si bien había dicho que tendría paciencia con su amigo para no arruinar sus esfuerzos, el que el rubio ni siquiera haya pensado en indicarle de una manera más... ¿Atrevida? Lo que pretendía con él, solo lo hacía exasperar.

Itachi no se consideraba una persona impulsiva. Solía pensar detenidamente cada movimiento que haría en cualquier acción que pudiera afectarlo directamente.
No obstante, era la primera vez que se encontraba casi desesperado por poder tener a ese chico a su lado sin considerarlo un amigo.

Miró a sus alrededores una vez más, soltando un suspiro resignado al no ver a nadie cerca.
Esperaba que no lo dejara plantado, pero si ese era el caso, lo que menos podía hacer era enojarse con Naruto.

Bien sabía que su compañero no era un joven curioso y era muy poco probable que se acercara al bosque por la pequeña y simple nota que le había dejado. Después de todo, Itachi tampoco estaba seguro de cumplir con el pedido si esa hubiera sido la nota que hubiera encontrado en su locker. Porque el menor no tenía los músculos que Naruto si y dudaba mucho de poder defenderse si se encontraba con algún pervertido.

Todo se veía perfecto ante sus ojos. Había encontrado un lugar amplio y llano donde colocar la manta, la comida y la bebida sin correr el peligro de echar a perder todo.
Una pequeña tienda de acampar blanca con formato triangular, se encontraba junto al árbol donde se mantenía con su espalda apoyada en el tronco. Una segunda manta junto a los mullidos almohadones se encontraban dentro con la intención de crear un lugar cómodo por si el frío llegaba a ellos.
Después de todo, quizás no había sido tan buena idea crear una cita al aire libre cuando las temperaturas comenzaban a bajar cada vez más con el paso de los días.

Cartas (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora