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Al día siguiente, Yeji se despertó por culpa de su alarma, se bañó, se cambió y se secó el pelo.

Luego de eso, estuvo un rato usando el celular y, cuando Hyunjin terminó de desayunar, se subieron los dos al auto, en el cual el chico manejó hasta su colegio.

Al entrar, Yeji fue a buscar a sus amigas, Jisu y Chaeryeong, donde siempre se encontraban a la mañana antes de las clases. Es decir, fue a la cafetería. Ese era el lugar donde se almorzaba al mediodía. Entró al comedor y las vio. Ellas estaban ahí sentadas, esperándola.

Yeji se acercó a ellas y se sentó al lado de Chaeryeong. Lee Chaeryeong era la menor de la tres, tenía diez y siete años, y su pelo era de color rojo y muy largo.

"Hola, chicas." Dijo mientras las miraba.

"Hola, ji. ¿cómo te fue en la clase de canto?" Preguntó Lee, sonriendo.

"Bien, ¿Y a vos cómo te fue en la clase de baile del sábado?"

"Muy bien, la verdad que me gustó mucho y mis compañeros son muy amables." Respondió ella.

Luego de eso estuvieron hablando por algunos minutos hasta que ya era hora de que entraran a clase.

"Oye Julia, ¿Qué clase te toca ahora?" Preguntó ella.

"A mí me toca Historia, ¿y a ustedes?" Respondió Jisu haciendo una mueca. Ella odiaba esa materia.

"¡A mí también!" Exclamó Chae, feliz de que les haya tocado juntas.

"¿Y a ti, Yeji?" Dijeron las dos al unísono.

"A mi química... que pena que no nos tocó a las tres juntas, seguro nos tocará después." Se paró y siguió hablando.

"Ya me voy, no quiero llegar tarde el primer día. ¿Nos vemos en el almuerzo?" Yeji se despidió con la mano y salió de la cafetería, no sin antes recibir asentimientos de parte de ambas.

Fue al aula, no quedaba muy lejos de ahí.

Al llegar, se sentó atrás de todo en una esquina ya que no le gustaba mucho estar adelante. Además, aunque prestaba atención a las clases, algunas veces se quedaba hablando con sus amigas o dormía. Debido a esto, lo mejor era estar atrás.

De igual manera, sus notas eran buenas, podrían ser mejores pero estaba muy conforme de sacar ocho y nueve y algún que otro diez.

Apoyó sus brazos en el banco y luego de poner la cabeza encima de estos se quedó profundamente dormida. El día anterior no había descansado mucho por lo que era normal que estuviera bastante cansada. Además, química se le hacía, además de aburridisimo, demasiado fácil. Tanto que algunas veces le entraba sueño de lo agobiante que era escuchar a la profesora explicar cuarenta veces la misma cosa, aunque entendía que a algunos se les hacía difícil y era necesario que ellos también entendieran.

Luego de varios minutos de estar durmiendo, una voz la despertó.

"Yeji... Yejiiii, despiertaaa... ¡YEJI!" Gritó aquella voz bastante familiar, pero que la pelirroja no podía reconocer de quién era.

Intrigada, levantó su cabeza de sus brazos para ver quien era la persona que la había despertado. Era su alma gemela, Ryujin.

"Ohh, hola, Shin." Susurró, todavía un poco dormida, hasta que procesó que Ryujin estaba parada al lado suyo.

"Espera, ¿Ryuddaeng? ¿Qué haces acá?" Casi gritó Hwang, sus ojos felinos bien abiertos por la sorpresa de que ella estuviera en su clase. El año anterior no habían sido compañeras de clases.

Soulmate - RyejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora