5.

146 20 0
                                    


El resto del día pasó muy lento. Ya que como dicen, cuando te aburrís, el tiempo pasa lentamente y cuando te divertís, las horas parecen tan solo segundos.

Pero finalmente, luego de un largo día, Yeji se encontró esperando a Ryujin en la puerta del colegio, apoyada en la pared mientras jugaba a un juego que había instalado en su celular recientemente. Era divertido y no se requería tener Internet para usarlo. Yeji estaba agradecida de eso, ya que quería ahorrar los datos que aún le quedaban.

Sintió que le tocaron el hombro, pausó el juego y subió la mirada. Frente a ella se encontraba Ryujin.

"Vamos, o se va a hacer tarde." Habló la menor y al terminar empezaron a caminar en dirección al parque de atracciones. No estaba tan lejos así que podían ir caminando, aparte de que Ryujin todavía era menor de edad y no sabía manejar. Yeji por otro lado estaba tomando el curso pero todavía no tenía la licencia por lo que tampoco lo podía hacer. No les quedaba otra opción más que caminar o pedir un taxi.

"¿Cómo te fue en la prueba? Fácil, ¿verdad?" Preguntó Yeji.

"Si, aunque no sabía la respuesta de la pregunta número tres. ¿Vos qué pusiste?"

"Bueno, yo puse la 'B', porque estaba segura que la 'A' no era, y la 'C' decía la mayoría, cuando es todos." Respondió la pelirroja.

"Es verdad."

Llegaron al parque de atracciones y compraron las entradas rápidamente para luego entrar.

Yeji ojeó el lugar. Estaba lleno de gente, pero los juegos que podía ver desde donde estaba parada parecían buenos.

Estaba segura de que se iba a divertir mucho en el lugar y más con Ryujin.

"¿A cuál quieres ir primero?" Preguntó la rubia y luego dirigió su mirada a la contraria, que pareció pensarlo un segundo para después responder:

"Quiero ir al barco pirata de allá." Señaló al barco que se veía a lo lejos.

"Bueno, vamos." Respondió la menor y agarró la mano de la más alta para luego empezar a caminar en dirección al barco. Yeji sabía que era por que había demasiada gente y no podían arriesgar a perderse, pero igualmente pudo sentir sus mejillas calentarse y enrojecerse.

No entendía porqué se ruborizaba si ella y sus amigas estaban constantemente agarrándose de las manos y ella nunca se sonrojaba. Sin embargo, no le dio importancia. Lo dejó de lado, no queriendo pensar en nada que no fuera divertirse.

Empezó a caminar, siguiendo a Ryujin.

Al llegar no tuvieron que esperar mucho ya que entraba bastante gente en una vuelta. Pudieron entrar en la tercera ronda.

Se sentaron y minutos después el juego empezó. Al principio todo bien, pues no iba tan alto, pero después de unos segundos empezó a ir más y más alto.

Ryujin se aferró al brazo de Yeji y la última no pudo evitar reírse al verla. Tenía los ojos cerrados y la cara escondida en su cuello.

"Oye, no te rías de mí." Ryujin se quejó e hizo un puchero que le pareció tierno a la mayor.

"Ya, está bien, es que me da gracia tu cara." Explicó.

"¿Qué cara?"

"Es que estas así." Habló y cerró los ojos con fuerza, un poco exagerado. Se estaba burlando de Ryujin en su propia cara. Esta le dio un pequeño golpe en el hombro y volvió a envolver sus brazos alrededor del de Yeji, quien está vez no se rió y, en su lugar, miró a la otra chica con una sonrisa de oreja a oreja en su cara.

Pronto el juego terminó y decidieron ir a una calesita, a pedido de Ryujin. Yeji se sentó en una taza que giraba y la rubia se sentó delante de ella en un caballo.

El juego empezó a funcionar y la pelirroja giró la taza mientras esto pasaba, así giraba también sobre su eje aparte de girar alrededor de la columna. (No se como explicar eso pero bueno, creo que se entiende.)

Al ver esto la más baja rió de lo tierna que se veía Yeji, parecía una niña pequeña mientras hacía eso, riendo al mismo tiempo que girando la taza, sumándole que el juego de por sí ya era para niños.

Si no fuera por su físico ella podría pasar perfectamente por alguien menor de 11 años ya que Yeji era bastante infantil en muchas ocasiones aunque sabía cuando había que actuar como alguien maduro.

Eso era algo que a Ryujin le gustaba de la contraria, y era la razón por la que dejaba que la molestara.

La conocía hace poco pero eso no quería decir que no se había dado cuenta de algunos detalles de Hwang, como por ejemplo que cuando ella cantaba se le fruncía el ceño y parecía que estaba enojada cuando en realidad no lo estaba. Esto le parecía tierno.

Bueno, más bien, hasta ahora casi todo lo que hacía ella le parecía tierno.

Capaz era el hecho de que Yeji era su alma gemela y tenía cierto afecto en ella o el simple hecho de que era Yeji y era naturalmente tierna. De igual manera, antes de saber su edad, Ryujin podía haber jurado que la pelirroja era menor que sí misma cuando no, Yeji tenía 18 años y Ryujin 17.

El juego terminó y se bajaron, ahora sin saber a cual más ir. 

Yeji estaba constantemente llevando su mirada a la montaña rusa, por lo cual Ryujin dedujo que quería ir ahí.

"Vayamos a la montaña rusa." Dijo la rubia y la pelirroja se rió.

"Vamos enana, apenas pudiste subir al barco ¿Y quieres ir a la montaña rusa? No creo que puedas subir." Se burló la mayor y la antes nombrada lo tomó como un desafío.

"¿Ah sí? Ya vas a ver cómo yo puedo. Vamos." Le volvió a tomar de la mano y fueron hasta donde estaba la atracción.

Soulmate - RyejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora