Soulmate - Ryeji

21.

"¿Yeonjun?" preguntó Yeji al ver al chico.

"Ese mismo." Contestó él y luego se paró velozmente y caminó hasta el otro lado de la mesa, tirando la silla de Yeji para atrás, para que así ella se pudiera sentar. Una vez ella lo hizo, volvió a empujar la silla nuevamente solo que esta vez para adelante y, al terminar, se sentó en su lugar.

"Gracias." Habló la pelirroja después de un rato, mirando a todos lados menos hacia el castaño, sus mejillas ruborizadas.

"De nada." Respondió él, sonriendo.

Los siguientes minutos fueron silenciosos, y de la clase de silencio que era incómodo, hasta que por fin alguien habló.

"Y... ¿Cómo estás? Me refiero, por lo que pasó la otra vez..." Dijo Yeonjun.

"Eh, bien, supongo." Contestó Yeji. La verdad es que no estaba del todo bien todavía debido a lo que había pasado con su madre algunos días atrás y también por el tema de Ryujin y Beomgyu, pero Yeji había pasado por cosas peores y sabía que en algún momento todo mejoraría, por lo que se mantenía de pie en todo momento.

"Bueno, me alegro. Sí alguna vez necesitas hablar de lo que pasó, o de otra cosa, me podes decir."

"Em, bueno." Y otro momento incómodo. Ninguno sabía de qué más hablar.

"Pidamos la comida ya." Dijo Yeji y luego llamó a uno de los mozos.

"¡Hola Yeji, Yeonjun! Que sorpresa, tanto tiempo sin verlos." Saludó la moza una vez los vio.

"Hola Momo, ¿Cómo estás?" Cuestionó la pelirroja.

"¡Bien! ¿Van a querer lo mismo de siempre?"

"Sí." Dijeron los dos al unísono.

"Perfecto." Habló ella y luego anotó su pedido. Una vez terminó, se despidió y se fue a otra mesa.

"¿Venís acá seguido?" Preguntó el chico.

"Sí, con Lia y mi otra mejor amiga, Chaeryeong. Aunque hace ya algunas semanas no veníamos ya que no nos da el tiempo porque volvieron a empezar las clases. ¿Y vos?" Explicó la menor.

"Bueno, yo igual, también vengo con mis amigos y de vez en cuando también con Lia."

"Y bueno, ¿Por qué le dijiste a Jisu que querías juntarte conmigo?" Preguntó esta vez Yeji.

"Porque te reconocí en las fotos que ella subió a instagram y quería preguntarte más que nada cómo estabas, digo, después de lo que pasó cuando nos conocimos. A decir verdad, estaba un poco preocupado por ti." Explicó Yeonjun.

"Gracias por preocuparte a pesar de no conocerme." Murmuró la pelirroja.

"No hay de que, obviamente voy a estar preocupado."

"No, enserio, muchas gracias. No solo por preocuparte y haberme ayudado esa vez, sino que también por invitarme a venir a aquí. Necesitaba una distracción."

"¿Quieres contarme? Igual no tienes que hacerlo, no pasa nada si no te sientes lo suficientemente cómoda como para contarme."

"Lo siento, no puedo decirlo, quizás más adelante." Habló la menor, mirando hacia sus piernas.

Yeonjun, al ver que Yeji estaba un poco incómoda, posó su mano sobre la de ella, que estaba apoyada en la mesa.

"Ey, está bien. No tenés por qué contarme." Sus ojos se encontraron y su mirada le aseguraba que él entendía.

Yeji le sonrió y, justo en ese momento, llegó Momo con la comida, haciendo que Yeonjun retirara su mano y que los dos desviaran su vista hacia ella.

"Acá está su merienda. Que disfruten."

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Unas horas después, los dos salieron de la cafetería.

"Me divertí mucho Yeji, deberíamos juntarnos otra vez." Habló Yeonjun.

"¡Sí, yo también! Y la próxima vez invito yo."

"Pero-" Se iba a quejar el mayor pero fue interrumpido por la pelirroja.

"Nada de peros. Es injusto que vos hayas pagado la comida de los dos así que la próxima vez pagaré yo."

"Bueno, está bien. Cambiando de tema, ¿viniste caminando? Yo tengo mi auto estacionado acá a la vuelta, si queres te puedo alcanzar a tu casa que ya es muy tarde." Ofreció Yeonjun.

"No tranqui, ese es mi auto." Yeji señaló a su auto que estaba justo enfrente de la casa de Lia.

"Ok, entonces nos vemos otro día."

"Sí. ¡Nos vemos!"

Se despidieron y cada uno se fue a su auto. Yeji manejó al edificio enfrente del colegio, dónde estaban las habitaciones para los estudiantes.

Al entrar saludó a Hongsam y al terminar iba a ir a su cuarto cuando apareció Lia y la bombardeó de preguntas.

"¿Cómo te fue? ¿Te cayó bien? ¿Es tu alma gemela? ¿Te gusta? ¿Ya son novios? ¿De qué hablaron? ¿A dónde fueron? ¿Qué hicieron?" Cuestionó Jisu, curiosa.

"Cálmate Lia. Me fue bien y no, no me gusta y no es mi novio ni mi alma gemela, de hecho ya lo conocía. Solo somos amigos"

"Ahhh, yo quería que fueran pareja, quedan muy bien juntos. Ahora responde mis otras preguntas." Dijo Jisu e hizo un puchero.

"Sí, me cayó muy bien. Fuimos a la cafetería que queda al lado de tu casa a merendar y hablamos de muchas cosas."

"Bueno che, pero ponele más onda. Quiero detalles."

"No se que más decirte, es gracioso y buena onda y me cae bien. Eso es todo."

"Que amargada." Se quejó Lia y luego se fue a su habitación. Mientras hacía esto, habló.

"Ya cené, me voy a dormir."

"Bueno, que sueñes con los angelitos." Habló Yeji e iba a irse a su propia habitación cuando Jisu volvió a hablar.

"¡Y que vos sueñes con tu amante secreto!" Gritó ella.

"¡YAH, CHOI JISU!" Exclamó la pelirroja y corrió hasta su amiga, pero esta entró rápidamente a su cuarto y le cerró la puerta en la cara. Yeji intentó abrir la puerta pero estaba cerrada con llave, así que volvió a gritar.

"¡Mañana te voy a matar, Lia!"

"¡Inténtalo!" Se escuchó desde el otro lado de la puerta.

"¡Ah sí? ¡Ya vas a ver!" Volvió a chillar Yeji y luego se fue a su habitación con los brazos cruzados y un puchero en sus labios.

No cenó ya que había comido hace apenas una hora. Simplemente se cambió, se lavó los dientes y se fue a acostar.

Sin embargo, esa noche tampoco le fue fácil dormir. Ahora que Lia la había mencionado, Yeji ya no se podía sacar de la cabeza a Ryujin y su linda sonrisa, sus ojos de ensueño, su melodiosa voz, su dulce risa y su suave cabello.