-Pero, ¿Qué pasa aquí?- preguntó Simone cuando abrió la puerta y vio toda nuestra ropa encima de las camillas. Ya era el día siguiente, por la mañana a primera hora y como cada día Simone entraba por la puerta junto a Sophi. Los dos estábamos haciendo la maleta, metiendo la poca ropa que teníamos aquí guardada en los cajones.
-¡Mamá!- gritó un Bill sonriente tirándose a los brazos de su madre, la cual le abrazó un poco extrañada al ver todo patas arriba -Prepara las maletas, mamá. Mete toda la ropa de verano tuya, de Sophi y la mía que tengas en casa- dijo separándose de ella, viéndose completamente ilusionado como un niño de cinco años.
-¡Tommy!- gritó la pequeña, me acerque a ella y cogí a Sophi entre mis brazos, mientras dejaba un beso en la mejilla y yo en la suya -Te he extrañado- dijo con esa voz tan aguda al ser una niña pequeña mientras me daba un abrazo con sus pequeños brazos.
-Yo también, pequeñaja. ¿Qué has hecho estos días?- pregunté, y ella me miró con sus potentes ojos.
-Pues…no sé, aburrirme mucho. Pero mamá me dejaba irme a la cama tarde- sonreí y ella agitó su cabeza, junto a ese par de trenzas.
-¿Sabes que? No te vas a aburrir nunca más, porque nos vamos a ir a un sitio muy, muy bonito donde vas a tener muchos amigos y te lo vas a pasar muy bien- dije.
-¿Qué?- preguntó Simone frente a mi. Miré a Bill complacidamente y él me sonrió.
-Tom ha conseguido el alta, hoy mismo nos vamos de aquí y mañana nos vamos ¡De viaje! ¡A la playa! Solo falta comprar los boletos para nosotros y nos iremos mañana mismo- Simone se quedó parada, en un silencio sin saber qué decir.
-P-pero…Bill…¿Tienes el alta? Y…no tenemos el suficiente dinero como para…
-Tranquila, Simone, el dinero no es un impedimento. Yo mismo lo pagaré, venderé la casa de mis padres y tengo mucho dinero que me dejaron heredarlo, el dinero es lo de menos. Alquilaremos algún piso grande cerca de la playa, o un hotel, no importa, yo venderé la casa que tengo aquí para poder tener un poco más de dinero. Mañana mismo cogemos el avión, así que deberías de ir a tu casa y comenzar hacer las maletas para una larga temporada- sonreí.
-¡A la playa!- gritó Sophi estirando sus brazos.
-¿Todo…lo has organizado tú? ¿Por Bill?
-¿Por quién sino? Me dijo que soñó que estaba en la playa y que le gustaría ir, y pensé ¿Por qué no intentarlo? Después de todo es mejor estar allí que encerrados aquí dentro, pero a la mínima que Bill se encuentre mal iremos a algún hospital cercano- avisé mirándole con las cejas levantadas para que se diera cuenta de ello.
-Me lo has dicho unas diez veces en solo está mañana- dijo revoloteando los ojos, sacándome una pequeña risa.
-Bueno, Sophi debes de llevarte un bañador y mucha ropa de verano, ¿Vale? Y ayuda a mamá hacer la maleta- dije bajandola de mi cuerpo, agachándome para dejarla sobre el suelo.
-¡Siii!- gritó dando saltitos mientras abría la puerta de la habitación y salía fuera.
-¡Sophi! ¡Espérame, cariño!- grito Simone para después mirarme a mí -¿Puedo hablar un momento contigo?- pregunto casi en un susurro. Yo asentí y salí junto a ella dejando a Bill dentro de la habitación volviendo a ordenar toda la ropa -Tom, yo…prometo devolverte todo el dinero, pero últimamente no voy muy bien económicamente porque tengo muchos gastos de Bill y con un solo sueldo cuesta llegar a fin de mes, te juro que…
-Simone- le corté para que dejara de hablar, ella se cayó y me miró -No me importa el dinero. Si…joder, tan solo hubieras visto su cara cuando se lo dije…eso es mucho mejor que todo el dinero del puto mundo. No me importa, y no quiero que me pagues nada, solo…tomalo como un agradecimiento por dejarme estar con él- sonreí como un idiota, un idiota enamorado, y ví que Simone frunció el ceño.
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Nuestro Pequeño Gran Cuento - Rubelangeltwc
RomanceRecuerdo que cuando llegué a ese hospital, después de diagnosticarme un tumor en la pierna, pensé que sería un pase a la muerte; a la depresión. pero tú, un simple compañero de habitacion, me enseñaste la vida con diferentes ojos, una perspectiva di...