(Breath me - Sia)
Lo peor fue cuando me tuve que vestir de negro, cuando me coloqué las gafas de sol para ocultar mis ojos rojos y mis grandes ojeras, esas de no haber dormido en dos noches por su ausencia a mi lado, por no poder abrazarle y dormir junto a su caliente cuerpo y, por la mañana, darle un beso y hacer que ese día, tan solo por eso, ya hubiese merecido la pena.
Ahora estaba en su funeral, viendo a mucha gente allí que no había visto en mi vida, quizá familiares de Bill, hipócritas la mayoría porque ninguno de ellos fueron al hospital a verle, pero aún así me quedé en completo silencio y con la cabeza gacha, esperando que todo esto pasará cuánto antes.
Estábamos en un cementerio al aire libre, dónde podías respirar naturaleza. Simone estaba a lado del ataúd donde estaba Bill, saludando con una triste sonrisa a todos los invitados que se acercaban y a veces ponían un ramo de flores sobre él. Mire alrededor, dónde estaban colocadas muchas sillas dónde la gente se iba sentando, y ví que Sophi estaba en primera fila, sin hacer nada, mirando al suelo con sus pequeñas manitas sobre su regazo. Mi corazón se contrajo al verla así cuando siempre iba dispersando felicidad, y no pude evitar acercarme a ella.
-Hola, pequeña- susurré con la voz aguda de haber llorado tanto. Ella subió la cabeza y al verme sus ojos se le aguaron y cayó una pequeña lágrima por su mejilla mientras aspiraba por la nariz y se las limpiaba con la manga de su camiseta negra.
-Billy se ha ido, me ha dejado, no quería que se fuera…yo le quiero mucho, ¿Por qué no puede volver? Quiero que vuelva…- murmuró volviendo a derramar lágrimas y la abrace con todas mis fuerzas, sintiendo que yo también comenzaba a llorar de nuevo.
-¿No recuerdas lo que te dijo? Él siempre va a estar contigo, nunca vas a estar sola- susurré separándome de ella y limpiándole las lágrimas.
-No es justo, tú le querías mucho, mami le quería mucho, yo le quería mucho…. entonces, ¿Por qué se ha ido?- susurró.
-No lo sé, pequeña. No lo sé…pero le vamos a seguir queriendo para siempre, ¿No?- pregunté, y ella asintió. Volví a ponerme de pie ya que estaba acuclillado frente a ella y me mordí el labio inferior -Ahora vengo- murmuré dando media vuelta para ir hacía él ataúd lleno de flores, dónde Simone estaba cruzada de brazos esperaba con la cabeza mirando hacía abajo -Hola- susurré mirándola, ella alzó la cabeza y conectó su mirada con la mía. Enseguida supo que era yo y me dió un gran abrazo.
-Has sido lo mejor que ha podido ocurrir- murmuró sobre mi oído -Le has hecho querer seguir con vida por ti, Bill…él te amaba más que a nada en este mundo, eras el amor de su vida- nos separamos y yo cerré los ojos mientras mi mandíbula tiritaba a causa de las ganas de llorar -A él no le gustaría que llores por él-
-Es inevitable- murmuré limpiándome las mejillas de nuevo -Lo sé, yo también le amaba y…no dejaría de repetir todo este tiempo con él- volví a murmurar, ella me sonrió y acarició mi rostro antes de dejarme vía libre hacia el ataúd. Ella se fue de allí, supongo que para dejarme un poco de privacidad, y vi que se fue a saludar al resto que iba llegando. Apreté mis labios en una fina línea y pase el dedo por el ataúd, sonriendo al saber que él estaba allí.
Metí mi mano dentro del bolsillo, y saqué esa flor que Bill puso en la revista, ahora totalmente plana.
-Esto es para ti, ¿Recuerdas? Es nuestra flor, tú siempre vas hacer una flor entre los granos de arena, mi preciosa flor- susurré, dejándola sobre el ataúd -He pintado la flor de negro, porque se que no te gustaban las cosas normales- dije sonriendo -Estes dónde estés quiero que sepas que te voy a encontrar, te amo, te amo y no voy a dejar de buscarte hasta volver a estar contigo- murmuré mordiéndome el labio inferior.
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Nuestro Pequeño Gran Cuento - Rubelangeltwc
RomanceRecuerdo que cuando llegué a ese hospital, después de diagnosticarme un tumor en la pierna, pensé que sería un pase a la muerte; a la depresión. pero tú, un simple compañero de habitacion, me enseñaste la vida con diferentes ojos, una perspectiva di...