Capítulo 2

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Fui andando por los pasillos, yendo hacia la planta de abajo para poder coger algún cafe y desayunar algo en condiciones.

Después de levantarme y ver a Bill dormido aún en su camilla, junto al dispuesto desayuno en la mesita de noche el cual nos habían traído las enfermeras, cómo siempre hacían con cada comida, decidí bajar para poder comer algo que realmente fuera un desayuno, y no eso.

Baje por el ascensor y, para mí mala suerte, justo cuando estaba por llegar a la cafetería, me encontré con Nat allí sentada, tomando tranquilamente su desayuno.

Se me pasaron dos opciones por la cabeza; o irme de alli, o coger un cafe a pesar de que ella me pudiese ver. Y cuando recordé la comida que ponían en el hospital, opte por la segunda opción.

Anduve hacia allí y me tape disimuladamente la cara con mi cabello, me puse en la barra y enseguida el olor a cafe me inundó.

-¿Qué desea tomar, chico?- subi la mirada y me encontré con una mujer de mediana edad, la cual tenia un delantal atado por la cintura.

-Un café con leche, por favor- pedí con una leve sonrisa para mostrarme educado. Ella asintió y se fue a preparar mi desayuno.

-¿Tom?- me gire al escuchar que alguien me llamaba y, para mí desgracia, era Nat. Mierda... -¿Qué haces aquí?- pregunto sonriéndome y sentándose a mi lado junto a su desayuno.

-Eh...a ver, sabes que la comida del hospital es una mierda y...

-Has venido por un café ¿No? No pasa nada, me quedo callada. No sé nada de esto- la mire extrañada y cuando ella soltó una risa yo también sonreí. No me imaginaba que pudiera ser así, normalmente todos los que trabajan aquí me hubieran obligado a comer el desayuno del hospital -¿Sabes? Te pareces mucho a Bill, el también venía aquí antes para comer. Odiaba la comida que le traían, y se quedaba hablar conmigo. Era una buena compañía, no entiendo porque todos los compañeros de habitación le decían que...

-¿Qué necesitaba un psicólogo porque era raro ¿No?- continúe yo al ver que ella se quedaba callada.

-¿Lo sabes?- me pregunto repentinamente sorprendida.

-Si él me lo contó- le dije, y vi que sonreía.

-Le caes bien- me dijo de repente -Y dime ¿Tú qué piensas sobre él?- pregunto y yo simplemente me quedé sin palabras ¿Qué podía decir de él si solo lo conocía desde hace unas horas?

-Pues...pienso que es extraño, pero en el buen sentido. No lo sé, nunca sonríe con naturalidad y...me contó que su infancia fue una mierda, pero no pienso que necesite ir al psicólogo simplemente porque se maquille y esas cosas, es diferente ¿No? Eso es bueno. Me dijo que tiene cáncer de pulmones y no mucho más, después vinieron su madre y su hermana, muy linda por cierto, se parece mucho a él- dije, sin saber que más poder decir.

-Chico, aquí tiene su desayuno- me gire y me encontré con la mujer que me había atendido antes con un café en la mano.

-Perdone, ¿Me podría poner otro igual?- le dije.

-Claro, ahora mismo- sonreí y se fue de nuevo.

-¿Por qué otro?- pregunto Nat a mi lado.

-¿No decias que a Bill no le gustaba la comida del hospital?- me sonrió abiertamente y asintió.

-Eres bueno para él. Creo que podrá tener por fin un amigo aquí dentro- me dió un par de golpecitos cariñosos en el hombro y yo hice una mueca con la boca, no me gustaba oir eso, había pasado tristemente por lo mismo cuando estaba en adopción.

-¿Por qué no tiene ningún amigo? Es decir, no será tan solo por su físico,
Porque para mí es amable y buena persona- pregunté curioso y Nat borro su sonrisa. Vi como titubeaba entre responderme o quedarse callada, así que abri la boca para decirle que no me dijera, si no quería, pero ella hablo primero.

Nuestro Pequeño Gran Cuento - Rubelangeltwc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora