Samara.
Me dolían los pies de tanto caminar, ¿Cómo podría ser esto posible? No había pasado más de dos minutos desde que salí de ese lugar. Comencé a observar plantas raras que no había en nuestro tiempo, eran lindas pero no sabía que tipo de flores eran. El camino parecía tranquilo y el aire traía paz.
Respiraba hondo y exhala mientras dejaba salir una sonrisa relajada. Estaba por dar otro paso hasta que algo hizo que me detuviera, era un sonido de ramas rompiéndose a lo lejos.
Iba a seguir caminando para poder ir en busca de Miztli pero ese sonido le da curiosidad, sentía algo que me llamaba en aquel lugar. Sin pensarlo mucho comienzo a caminar por aquel sendero, parecía un lugar mágico y algo medio oscuro como si fuera noche.
Luciérnagas volaban por ahí, era tranquilo y sonaban los grillos por ahí, sonreí ya que en este lugar me transmitía calma.
Observé algo volar, creía que eran mosquitos pero al ver a esa pequeña criatura note que eran hadas, esto es raro, se veían diferentes a lo que yo imaginaba, usaban ropa creada por flores y otra cosa que no distinguía.
—¡Oh! —es lo primero que se me salió al verla. Sonreí. —Hola.
La pequeña hada sólo se me quedó viendo un rato algo curiosa pero sin previo aviso siento una pequeña mordida en mi nariz que hizo que reaccionara rápido dando un manotazo golpeando a la hada mientras me quejaba. Puse mi mano sobre mi nariz algo sorprendida por eso.
—¿Qué pedo con eso, wey? —alce mi voz mientras buscaba a dónde se había ido la hada.
Podía escuchar su risa, pero aquel sonido de burla se multiplicaba y se podía oír más y más risas traviesas, volteó a todas partes, pero no encontraba nada, hasta que siento un jalón de cabello detrás mío, eso me deja helada para luego voltear lentamente. Mi mirada cambia de una de molestia a una de sorpresa al ver una multitud de hadas detrás mío. Parecían como insectos chupa sangre.
—Oh oh.. —solté una ligera risa nerviosa para luego empezar a correr hacia el otro lado mientras me perseguía el enjambre de hadas que daban leves gritos de enojo por haberlas molestado.
Intentaba ir en zig zag o darme a otros lugares para que les fuera difícil seguirme con tanto obstáculo. Hasta que caí por una colina e iba a caer en un árbol caído y marchito que hasta puse mis manos enfrente mío esperando el impacto.
Pero, ¿Qué sucedió? ¿Porqué no siento el golpe? Abrí mis ojos despacio y caí al suelo después de notar que estaba flotando por unas ondas que salían de mis brazos y manos. Dolió la caída pero me levanté estando de rodillas, mire mis manos algo confundida. Sabía del poder de manipulación del tiempo, pero esto era diferente.
Eleve mi mirada y note que casi me estrellaba con un árbol podrido y que tenía años derribado, me acerque ya que había visto algo.
—Hmm, esto no es normal.. —pase mi mano derecha por dónde se notaba unas marcas que había sido cortado con algo filoso, como una hacha o algo más grande.
Me queje cuando las hadas se acercaron para poder lastimarme nuevamente, me levanté para retroceder un poco.
—¡Hey!
Intenté hablar con ellas, esto no tenía en mente en cuanto a las hadas, pero algo a lo lejos hizo que volteara, me escondí detrás de un arbusto, eran personas, eso hizo sorprenderme. Sonreí e iba a hablar con ellos pero me detuve cuando observé como trataban mal a unas aves y animales de ahí. Tumbaron árboles.
—¿Más personas? —aún estoy sorprendida que más gente tuviera las agallas de entrarse a este lugar. Un pensamiento llega a mí y eso hace click. —¿Ustedes nos odian, no es así?
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16 Forever ©
FantasyUn suceso, una catástrofe paso en aquel bosque que personas desaparecían, soldados, civiles, animales. Un científico sobrevivió aquel lugar y conoció a un ser nunca antes visto; Syrah Malbec era su nombre. Ahora deberán buscar a jóvenes capacitados...