Kevin.
Agitaciones. Eso es lo que se escuchaba salir de nuestras bocas, corríamos huyendo de algo. No podíamos ver nada, los árboles tapaban nuestra visión de arriba.
Aún seguíamos corriendo, evadiendo obstáculos, aunque se me dio por voltear hacia un lado y me sorprendo al ver una pata. Eso hizo que me detuviera para verla mejor, me aterra saber que era una grande.
En eso veo como empieza a moverse como si estuviera caminando, si era de un animal grande entonces quiere decir que no nos ve. Volteó hacia los demás y ya casi salen del bosque, un click suena en mi mente.
Comienzo a correr de nuevo y les gritó que se detuvieran. Agitó mis brazos.
—¡No! Paren. —mi preocupación sube más al ver qué Emily y Samara serían las primeras en salir.
Comienzo a correr aún más rápido gritandoles, al fin los alzando.
—¡Paren! —grité con fuerza haciendo que me doliera la garganta.
Emily me escuchó. Me alegra. Así que ella se encarga de detener a Samara jalando su blusa y tirándola al suelo para que se detuviera.
Me detuve respirando muy rápido tratando de tranquilizarme al ver qué se detuvieron. Eso hacía que recuperará mi alma del miedo.
—¿Qué sucede? Debemos salir. —la desesperación de Mike se notaba pero yo levanté mis manos y negué para que hicieran eso.
—¡No! —después de eso alce una de mis manos poniendo un dedo en mis labios como para que guardarán silencio y después señalo hacia la salida del bosque. —Miren.
Los demás se acercan a dónde estaban Emily y Samara. Era asombroso lo que se notaba. La castaña que estaba en el suelo comienza a levantarse mientras que en sus ojos se notaba un ligero brillo de la impresión.
—¡Guau! —la sonrisa de Emily sale al ver aquello.
—Dragones. —Samara sonríe también al ver a aquellas criaturas.
Me acerco y escucho un aleteo encima de nosotros para después ver a un dragón saliendo de encima de donde estábamos nosotros y verlo volar me hacía sentir sorprendido y libre.
Una sonrisa aparece en mi rostro por lo emocionante que era poder volar como ellos, me sentía liviano, ¿Qué sucedía? No sabía pero estoy se sentía genial.
—¡Kevin! —esa voz, me desperté de mi asombro y volteó notando que estaba siendo elevado. Suelto un grito que hace me desconcentrara y comenzará a caer.
Cubrí mis ojos al ver cómo me acercaba al suelo, seguía gritando viendo mi vida pasar. Pasaron casi un minuto gritando hasta que sentí un leve piquete en mi cabeza.
—¿Kevin? —abrí mis ojos y deje de gritar. Estaba temblando mirando al suelo y después a mi alrededor viendo a los demás mirándome preocupados. Emily estaba delante de mí. —¿Estás bien? ¿Estás herido?
—¡Hermano! ¿Cómo lo hiciste, viejo? —Samara se acerca sonriente hacía mí empujando un poco a Emily.
—Sí, viejo. —Diego se acerca también preocupado y asombrado.
Aún estaba sin poder hablar pero luego sentí como me soltaban y caí al suelo. Volteó y había un pequeño dragón, que nos veía con curiosidad y sonriente. Parecía una criatura curiosa.
—¿Eh? —me sacudí la ropa y me levanté mirando al pequeño dragón. Sonreí ligeramente levantando mi mano algo nervioso. —Hola.
El dragón suelta leves sonidos de rugidos amable mientras revoloteaba a mi alrededor. Mi sonrisa nerviosa cambio a una real y solté una risa.
Las chicas se acercan a mí al ver cómo aquel dragón se dejaba caer en mis brazos para acurrucarse.
—¡Aaw, que tierno! —decían al mismo tiempo. Sus ojos se notaban con una iluminación de emoción cuando veían algo tierno.
—Me alegro que hicieras un amigo. —La voz de Syrah era tranquila mientras se acerca para acariciar la cabeza de aquella criatura.
—Espere, ¿Pudimos tener algún amigo mitológico? —la duda de Poleth hace que yo volteó hacia Syrah.
—Sí, pero eso es algo difícil. —comienza a explicar mientras vuelve a caminar hacia delante, parecía un camino para evadir de los dragones más grandes.
La seguimos hasta llegar a una especie de aldea, las cabañas eran rusticas y aún parecían estar bien conservadas.
El pequeño dragón salió de mis brazos mientras volaba por la aldea olfateando todo, jugando con todo lo que encontraba y encontraba cosas como ramas, animales muertos, ropa e incluso armas.
Volteó a mirar a Mike que agarro un hacha que había del suelo y el pequeño dragón se subió a sus hombros viendo el hacha.
—¿Qué sucedió aquí? —pregunta viendo el lugar.
—Creo que al parecer sucedió una pelea. —dije mientras señalo algo al fondo.
Un rugido suena para hacernos voltear y ver a un dragón volar hacia otra dirección a dónde estábamos. Esto era malo, no nos ha visto, entonces ¿A dónde va?
[...]
Narradora.
—Ellos están aquí, ¿Verdad? —aquella voz era muy ronca y después una sonrisa y leve carcajada sale de su boca. Un suspiro sale de sus labios aún sonriendo.
Le estaba dando la espalda a varios dioses, entre ellos estaban Miztli, Quetzal, Chaac y Tezcatli escuchando lo que decía aquella persona en esa reunión. Todo se mantenía en silencio y nadie decía nada para no resultar herido o peor, muerto.
Los dioses no estaban a salvo, siempre están expuestos a la muerte misma sin importar como pero siempre teniendo una debilidad para morir.
—¿Entonces? ¿Qué quiere que hagamos? —habla Tezcatli mientras se cruza de brazos, tenía ganas de irse de ahí pero no podía.
—Quiero que los maten. —apretaba sus puños haciendo notar su enojo. Voltea a verlos. —Estan invadiendo su.. quiero decir, nuestro hogar. Esta es tierra sagrada.
Miztli se mantenía en silencio con los brazos cruzados y una de sus piernas esqueléticas sobre la otra. Hacia una mueca de desconfianza al notar ese pequeño cambio.
—Si tanto te importa, ¿Por qué no los matas tú? —Quetzal era él más tranquilo y algo confiado.
—Quiero que los maten o yo los matare a ustedes. A todos. —dejaba salir un poco de su poder en su mano para luego teletransportarse en frente de él y poner su mano en su ojo izquierdo y eso hizo que Quetzal gritara del ardor.
—¡Idiota! —Chaac empuja al tipo alejándolo de Quetzal y se sorprende al ver cómo ahora su ojo se estaba derritiendo.
—York. ¿Qué carajos hiciste? —Miztli le grita con molestia ayudando a su amigo pero casi no podían hacer nada.
—Es una advertencia, háganlo o terminarán como él.
[...]
Las chicas estaban barriendo y recogiendo la basura que estaba por toda la aldea mientras que los chicos volvían a construir las estructuras de algunas cabañas que estaban todas desechas.
—Miren. Los dragones se mueven. —Emily era la qie vigilaba el lugar y nota que algunos dragones empezaban a volar.
—De seguro van por comida. —los demás voltean a ver a Kevin en cuanto dijo eso.
—¿Cómo sabes eso?
—Ryuu me lo dijo. —dice con algo de inocencia.
—¿Ryuu? ¿Quién es Ryuu? —Mike voltea a verlo con confusión y Kevin señala al dragón que estaba jugando persiguiendo una lagartija. —Oh, entonces es un dragón hembra, ¿Eh?
El rubio asiente. Así que después de eso continúan con su trabajo, era todo tranquilo hasta que Ryuu, la pequeña dragón, comenzó a rugir, aunque no lo hacía fuerte ya que aún era bebé pero eso hizo que los demás comenzarán a voltear a su dirección y saber porqué lo hacía.
—¿Quiénes son ellos? —todos se acercan para estar listos si pasaba una pelea.
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16 Forever ©
FantasyUn suceso, una catástrofe paso en aquel bosque que personas desaparecían, soldados, civiles, animales. Un científico sobrevivió aquel lugar y conoció a un ser nunca antes visto; Syrah Malbec era su nombre. Ahora deberán buscar a jóvenes capacitados...