1. Un día aburrido.

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Narradora.

—¡Hey! Miren a quien me encontré— la voz de hombre se escucha cerca —A mi gran amigo, Mike.

—¿Qué onda, Luka?—sonríe Mike mientras se dan un apretón de manos y luego una palmada en la espalda.

—Pues aquí andamos —menciona mientras abría su casillero y sacaba lo necesario—sabes, en el descanso el director quiere a todos en el auditorio.

—Es lo mismo casi todos los años—menciona Mike—cuando es el primer día para los nuevos estudiantes es para darles una explicación de la escuela y para darnos la bienvenida otra vez.

—En eso tienes razón, pero ya conoces al director Maldonado —dice Luka, mientras empieza a caminar junto a Mike para su primera clase.

No los he presentado, el pelirrojo de ojos azules es Mike Johnson, deportista, el capitán del equipo de fútbol y baloncesto, veintiún años, mide un metro ochenta. Luego está Luka Wilson, mejor amigo de Mike, deportista, co-capitán del equipo de fútbol y baloncesto, veintiún años, mide un metro ochenta y su cabello es de color café claro y ojos color verde claro. Estos dos son amigos desde que tenían memoria, Claro, sus madres eran amigas esa es una de las razones principales. Bueno, ya los conocieron un poco, les presentaré a los demás.

—Vamos chicas, pueden inscribirse y hacer audiciones para entrar al equipo de porristas—decía emocionada a cada chica que pasaba la capitana.

—Vaya idea que tuviste, Sue—exclama sonriente la chica a su lado.

—Sí, como es el primer año que oficialmente la escuela tendrá equipos de porristas, no quise quedarme atrás—sonríe.

—¿Sabes? El director cito a todos en el auditorio—le menciona Carol a Sue.

—¿Ah sí? ¿Cuándo?—pregunta.

—En el descanso.

Las presentaré, la castaña de ojos cafés se llama Sue Lee, veintidós años, un metro sesenta. Luego está Cari Jones, la mejor amiga de Sue Lee desde la primaria, diecinueve años, un metro sesenta uno, co-capitana del equipo de porristas y capitana del equipo de voleibol, para no hacerlo tan largo, vestía el uniforme similar al de su amiga.

Hola— ambas chicas voltean hacia donde provenía la voz. Era una chica, al parecer nueva en el lugar.

—¿Se te ofrece algo?— pregunta Sue viéndola con algo de desconfianza.

—Vine por lo de porrista— responde mientras agarraba un folleto que tenían ahí.

Ambas chicas se voltean a ver, al mirar de vuelta a la joven con una mirada de disgusto, hubo un pequeño silencio, hasta que, las chicas se empiezan a reír.

—¿Tú?—duda Cari—lo siento lindura, pero con ese cuerpo no podrías hacer lo que nosotras.

-—Así que, ¿Porque no vas a intentar maquillarte a otro lugar o intentar tener una relación estable?—cuestiona— porque tal parece que no duran. Ja ja ja.

Sue y Cari empiezan a reír, viendo cómo se retira la chica. ¿Quién es ella? Su nombre es Michelle Moore, tiene veintiún años. Mide un metro ochenta. La chica es una estudiante de tercer semestre, estudiando psicología, no tiene tantos amigos, sólo una. Se retira y al saber que estaba un tanto alejada, pone cara seria y molesta.

—De está me las pagarán—dice—nadie me niega algo.

Llega al salón donde se encontró con su amiga más cercana, Daniela Clark era su nombre, era un poco más baja que Michelle, mide un metro setenta, veintiún años. Es una chica inteligente y eso era de una de las cosas que le agradaban a Michelle.

—Hola, amiga.— la saluda y se sienta a su lado.

—Hola, Mich.—guarda su celular—¿Pudiste entrar?

—No. — hace una mueca—Se burlaron de mí.

—Tranquila. Tal vez más adelante logres entrar— sonríe.

—Espero.

[...]

En la cancha de fútbol se encontraban dos chicos, no eran amigos, ni desconocidos, sólo.. conocidos podría decirse. Estaban platicando de cualquier cosa, ya saben, queriendo conocerse más. Sus nombres eran Henry O'brien y Diego collins. Se habían conocido por una competencia de atletismo. Desde ese día, han estado platicando. Henry es un joven adulto de veintitrés años. De un metro setenta y cinco. Es pelinegro, ojos cafés. Diego es un chico de unos veinte años. De un metro ochenta.

—Esto es tan tranquilo, ¿Verdad?— sonrie un poco Henry.

—Puede ser. El silencio es agradable—menciona Diego pateando un poco el balón hacia Henry.

Ambos voltean al escuchar la voz de otro chico. Se acercan a él algo confundidos.

—No les quitare mucho tiempo, sólo les vengo a decir que ya es hora de ir a clases. En el descanso habrá una reunión.

[...]

Han pasado las horas, casi era hora del almuerzo. Así que, algunas personas veían la hora para ya salir a comer. El hambre, era grande, sabíamos que ya no eramos tan jóvenes como en secundaria o preparatoria. Pero aún así, somos jóvenes adultos.

—Y así nos da como resultado como menos cuatro(-4), ¿si?—voltea la maestra sonriendo.

Una chica había levantado la mano.

—¿Si, Valentina?—voltea a verla.

—¿Cómo salió el menos?—señala.

Varios de los chicos y chicas se quejan en voz baja. Ya querían que la clase se acabara y podrían tener minutos de descanso.

—Recuerda linda. La ley de los signos que si esta positivo se pasa a negativo, o si esta multiplicando pasa dividiendo.—sonríe.

La chica asiente y empieza a escribir en su libreta. En eso suena el timbre para el descanso. Los chicos empiezan a guardar las cosas, se levantan y caminan para salir del salón e ir con sus amigos o a la cafetería para comer algo.

Sue se queja un poco.—Ya quiero salir, que hueva entrar un lunes, ¿No pudo ser un viernes?—se sienta y saca su lonche.

Carol le da una mordida a su burrito—Bueno.. —mastica—la semana pasara rápido, sólo es esta semana de introducción. ¿Qué malo puede pasar?

"GUERRA DE COMIDA"

Este fue el inicio de esta aventura. Una mala forma de empezar el día, mala forma de empezar la escuela, mala forma de que los chicos se conocieran. Se preguntarán, ¿No hubo otra forma de conocerse? Claro que las hay, pero serían muy aburridas, así que, ¿Porqué no una forma de recordar de como se conocieron? Cada grupo de amigos tienen un lindo y divertido recuerdo de como se conocieron. Creo.

[...]

—¿¡Detención!?—alza la voz Sue Lee.—No puedo estar en detención, debo estar con las porristas después del auditorio.—se cruza de brazos.

—Señorita lee, debió pensarlo antes de estar con la bolita de personas que estuvieron involucrados en el jueguito de lanzar la comida como... cavernícolas—Acomoda los papeles que llevaba en manos. Los guarda.

—¿Por mientras que haremos?—Habla Mike.

—Están en la biblioteca. Lean algo—La prefecta se va.

Letra del día: S

16 Forever ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora