CAPITULO 2

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CAPITULO 2 - LA REALIDAD ES DECEPCIONANTE

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CAPITULO 2 - LA REALIDAD ES DECEPCIONANTE

“Prepara a los dos con puntaje perfecto para su inminente despido."

“Si, entendido, por favor, déjenmelo a mi."

Durante toda la noche Norman se removió en su cama de un lado a otro, no durmió en ningún momento debido al miedo de soñar con esos seres malditos y temer por su inminente final. Debía tener la mente ocupada en otra cosa.

Aunque así fuera tenía que mantener la calma, debía permanecer tranquilo para no levantar sospechas.

“En vez de preocuparse uno debe ocuparse." Pensó durante toda la noche como mantra, convencido de que solo eso necesitaba recordar antes de cometer un error.

Mientras él caminaba hacia el comedor para desayunar fué observando cada detalle de la casa, las rejas en la ventana que dan afuera y la falta de las cabezas de los tornillos, lo estrecha que es la malla como para que no quepa una mano, la estructura de la casa y la forma estratégica en la que están posicionadas las habitaciones como para detectar cualquier ruido, la falta de aparatos eléctricos.

El hogar no es más que una jaula anacrónica.

Que ingenuo había sido al considerar que lo sabía todo en su pequeña burbuja, resulta que su mundo era más grande de lo que pensaba, realmente no sabía nada del mundo exterior.

En el momento del examen consideró lo patética y estructurada que era su vida además de la rutina, la basta comida que nunca falta, la ropa limpia y blanca, todo era una pantalla para proteger el producto y asegurar su destino.

"Los exámenes también son un problema...o tal vez la solución", Norman rodó los ojos con desgano, ante la tentativa la perdida de interés y el decaimiento de sus calificaciones para perjudicar al consumidor.

—Hola, Ray.

Ray levantó la cabeza de su libro y lo dejó a un lado mirando a Norman con fastidio, le estaba haciendo sombra y estaba bloqueando su vista.

—Eres tú, ¿no hay alguien más a quién quieras fastidiar el día de hoy? —Norman se sentó a su lado y sonrió aparentemente divertido—, quiero decir, que alegría verte, ¿a qué debo el "honor" de tenerte aquí?

—Yo vivo aquí.

—Sabes que no me refiero a eso.

—Bueno, habla con propiedad. —Norman lo miró con altanería, Ray maldijo en voz baja y volvió a su libro.

—Algo ocurrió anoche —Norman sin dejar de sonreír miró a los niños jugar en el jardín.

THE GARDEN OF DANDELIONS | TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora