Conoce la historia de los hijos de Grace Field, un grupo de niños huérfanos que fueron criados en lo que parece ser su hogar, con la emoción de ser adoptados los niños esperan recibir el llamado a su nueva familia, sin saber que su terrible destino...
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CAPITULO 8 - ESCAPE OR DIE
"Cariño incondicional es lo que te ofrezco, mi devoción y mi amor, para procurar protegerte como si fueras mi propio hijo"
Mamá había sido muy amable con Norman al dedicarle aquellas palabras en su cumpleaños, donde podía ser el centro de atención y destacar entre tantos hermanos.
Ahora tenía 6.
Era gracioso, porque realmente no sentía que hubiera nada nuevo aquel día, la diferencia estaba en el pastel, sin embargo, la agobiante atención siempre la tuvo, y no sabria si seria así para siempre, el rogaba que no ya que no le gustaba.
Caritas brillantes que lo seguían a todo lado, y esperaban bastante de él ya que había nacido con el don de un prodigio, algo que lo diferenciaba del resto.
Incluso Mamá tenía altas expectativas de él y se encargaba de hacérselo saber.
Mientras los otros niños reían y jugaban en el jardín Norman estaba en un rincón del jardín, bajo el césped verde y brillante que parece haber sido pintado por la naturaleza misma para celebrar su día especial, incluso el viento parecía susurrarle feliz cumpleaños.
Se sentía atrapado en un mundo completamente diferente, estaba desconectado, sus ojos azules profundos y serios, no brillaban como deberían para un niño de su edad.
Cuando sus hermanos le desearon un feliz día el agradeció cordialmente con una sonrisa amistosa en su rostro y un tacto gentil, no era más que una mentira, el quería llorar en su cumpleaños porque entre tanta gente se sentía solo.
La verdad es que tenía un secreto, el cariño genuino le resulta extraño.
Cuando intentaba expresarlo sus palabras sonaban vacías, como si fueran pronunciadas por un extraño, y por más que trataba no sabía cómo ser sincero, cómo dejar que sus emociones fluyan sin restricciones, no suele sentir interés por los demás, él finge.
Norman no sabe amar.
Sus ojos se posaron en las mariposas que revoloteaban cerca de Ray, el niño que estaba debajo del mismo árbol con un libro diferente cada semana, Norman durante años se mantuvo al margen de él, estaba claro que no eran amigos y Ray no tenia intención de serlo a futuro, pero siempre había querido tratar.
Observó a Ray con una mezcla de admiración y envidia, aunque son diferentes, no puede evitar sentirse molesto por la calidez que el otro irradia sin esforzarse.
