CAPITULO 19

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CAPITULO 19 - ESCONDITE

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CAPITULO 19 - ESCONDITE

—Disculpe, pero no entendemos a qué se refiere. —Norman actuó como si fuera alguien inocente al problema, estaba pensando a mil horas, no había señales de Gilda, no estaba Isabella y Ray...

Estaba tan preocupado por él en estos momentos que sentía que en cualquier momento una mala noticia llegaría. No era la clase de persona que fuera sensible a malos presentimientos, pero esta vez necesitaba ser creyente.

"Tengo que pensar ¿Qué está pasando?"

Don tenía los nervios de punta, su sonrisa estaba comenzando a flaquear al igual que sus piernas, la presencia de Matilda por alguna razón lo hacia sentir culpable sin saber el porqué.

Nunca le gustó ver llorar a las personas y con Matilda no era la excepción, pese a ser como era.

Abrió la boca para preguntar que estaba pasando, trató de balbucear lo que sea, y no pudo pronunciar una sola palabra de su boca, no podía hablar. Una gota pesada de sudor bajó por su frente y miró a Norman sin saber como actuar.

—No quise nada de esto, creí que lo entenderían. Incluso si escapan, nada bueno les espera allí afuera —Matilda habló con la voz apagada y agobiada mientras se acercaba a paso ligero hacía ellos, palpando con su pie el suelo, temiendo asustarlos.

Tenía los ojos hinchados y visiblemente rojos por tanto llorar.

—Es egoísta, lo sé, pero ¿por qué no se quedan y disfrutan de sus días comiendo deliciosa comida, resguardados por sus calidas cobijas? —ella sonrió sintiendo agonía y abriendo los ojos con esperanza.

—No tienes derecho a elegir por nosotros, son nuestras vidas y de nosotros depende que hacer con ellas. —En un intento volátil de valentía Norman trató de confortar con sus palabras a Don más que a la hermana.

"Es la única oportunidad de hacer la inspección pese a los riesgos"

—¡POR FAVOR! Te estoy dando a elegir, Isabella no te dará esa opción, ¿Por qué debes ser tan terco? —con frustración, Matilda juntó sus palmas suplicando en un sollozo, las lágrimas que caían de sus ojos se acumularon nublando su vista y sofocandola—. Suponiendo que ningún demonio los ataca, ¿Qué hay de las infecciones, heridas, comida, hipotermia? Allá afuera son un blanco fácil, no dejarán de perseguirlos nunca.

—Haremos algo para cambiar eso —Don exclamó con una bondad increíble y sinceridad en su mirada, miró a su hermano esperanzado y asintió con la cabeza entendiendo rápidamente lo que sucedia.

"Si debe tratar de convencernos, quiere decir que no nos van a despachar ahora"

—¡No, tu no harás nada! —Matilda dió un pisotón al suelo, ahuyentando a algunos animales que estaban en el área, haciendo una pataleta como si fuera una niña pequeña que desea que cumplan su voluntad a la fuerza— Nadie puede hacer algo al respecto, menos alguien tan pequeño y débil como tú. Sean buenos chicos y acepten que estamos condenados a vivir un infierno infinito. Somos criados con el propósito de ser devorados.

THE GARDEN OF DANDELIONS | TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora