CAPITULO 6

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CAPITULO 6 - RECOGIENDO LOS PEDAZOS

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CAPITULO 6 - RECOGIENDO LOS PEDAZOS

Crecer en el hogar implicaba cierto cuidado y responsabilidad, cada niño tenía su tarea asignada, desde que tenían la capacidad de pensar y analizar su entorno a cada niño se le había otorgado un don, algo que los haría diferente al resto, algo que les daba valor.

La utilidad.

Al desarrollar cada vez más sus habilidades Mamá les otorgó una tarea adecuada de acuerdo a sus capacidades, donde se destacaron y llenaron de orgullo a su figura materna, que se empeñaba en educar a niños valiosos y orgullosos, porque no uno de ellos era mediocre.

Es así como llegó el momento de Gilda, que según palabras de Mamá era una joya en bruto, con la capacidad de crear arte maravilloso, pero demasiado tímida para reclamar talento.

Gilda no era felíz obteniendo atención innecesaria, prefería su comodidad antes que nada, no era demasiado divertida como otros, incluso la tachaban de enfadosa, tampoco tenía mucha destreza, pero realmente no la necesitaba.

De alguna manera sentía que no encajaba con los demás, sin embargo, Mamá le enseño que debía convertir eso en su fortaleza cuando llegara el momento.

Ese momento ya había llegado, y jamás pensó que Mamá la había preparado para darle pelea.

¿Qué acaso el sueño de una madre no es que su hijo la supere y mejore en todo para enaltecer su nombre?

Debía ser fuerte y no decaer, ella tendría que asumir el rol de una nueva figura a seguir a partir de ahora...incluso si estaba obligada a hacerlo.

Agitó su cabeza de un lado a otro alejando sus pensamientos, mientras lo único que podía escuchar eran las pisadas de Anna y ella al dirigirse a la habitación de Mamá para ayudar con los bebés como cada noche.

Esa tarde, una vez su corazón se vió obligado a seguir escuchando las palabras punzantes de la cruel verdad que profesaban Norman y Ray notó la importancia de su rol a partir de ese momento, solo las chicas podian entrar a la habitación de Mamá para ayudar con los cuidados de los bebés y Carol era una fuente de información...

Ambas entraron a la habitación en silencio, los bebés descansaban después de un largo día y el sonido de la puerta rechinando al abrirse despertó a algunos, Gilda caminó en la dirección opuesta de Anna al otro lado de la habitación estableciendo distancia para no distraerse, dejó las toallas a un lado sobre la mesita de noche y puso su manos en su cintura mirando a Carol con decisión.

Dió un largo suspiro dejando de lado sus miedos y se recordó así misma lo que le dijeron sus hermanos horas antes.

"Si queremos escapar necesitamos saber la ubicación de los rastreadores. Contamos contigo, Gilda."

THE GARDEN OF DANDELIONS | TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora