CAPITULO FINAL

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CAPITULO FINAL - EL BOSQUE DE LA ETERNA PROMESA

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CAPITULO FINAL - EL BOSQUE DE LA ETERNA PROMESA

Como de costumbre, Ray tomó un libro de la biblioteca, esta vez de una investigación que le llamó la atención, la publicación era del 2015 por un tal Mikhaylov. Se dirigió al mismo árbol bajo su sombra, pero hoy como otros dias vió a Norman sentarse ahí.

Desde el día de su cumpleaños se había acercado y no parecía rendirse, realmente tenía una voluntad de hierro.

—¿Por qué estás aquí? ¿No fuí lo suficientemente claro al decirte que no tengo nada de que hablar contigo? —gruño el pequeño Ray con el libro pesado bajo el brazo y el ceño fruncido.

—Eso lo sé, y quiero que sepas que no me importa. Este árbol no es tu propiedad. —Norman no levantó la vista del libro que leía y sonrió.

—Eres un niño terco, anda a jugar con los demás. —Ray cruzó los brazos.

Norman suspiro y se levantó del suelo dejando el libro a un lado, en lugar de irse tenía algo más en mente.

—Siempre hago eso, pero ¿no crees que este es un lugar tranquilo para leer? —el tono burlón y la actitud despreocupada de Norman lo descolocó.

Estaba cansado de que estuviera tras él todos los días que ya era hora de perder la paciencia.

—Bueno, ¡¿Por qué crees que estoy aquí?! —Ray sin mucha paciencia terminó perdiendo los estribos, pero el niño en su delante no se sorprendió y miró atrás de él, le apunto con su dedo y sonrió petulantemente como si hubiera ganado.

—¡RAY, QUE TE DIJE DE GRITARLE A LOS DEMÁS! —De repente Susan se acercó a él con una raqueta que iba golpeando en su palma de la mano y los ojos llenos de enfado, mientras la pobre Olivia trataba de detenerla como podía.

—¡Solo está jugando! —chilló Olivia tirando de su brazo con una risa inquieta.

—¿A sí? Pues yo también quiero jugar con él. —Incluso podía sentir como salía vapor de las orejas de Susan al tornarse su rostro totalmente rojo de la ira.

—¡Estás muerto! —En contra de su buen juicio Ray tiró el libro al suelo y corrió tras él rodeando el árbol— ¡Me acabas de causar un problema!

—No tengo la culpa de que siempre tengas mal carácter. —Norman pareció burlar a Ray mientras el seguía empeñado en atraparlo.

—¡Que no tengo mal carácter, y aunque así fuera, es mejor que sonreír como idiota por todo!

THE GARDEN OF DANDELIONS | TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora