𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | "Solo unos pocos pueden tocar el cielo, con los pies en el infierno"
Mafia Rusa.
Taehyung prefiere alejarse de los alfas, pero cuando se trata de una pelea, no le tiembla la mano a la hora de atacar. Siendo el líder de una pandilla...
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Las raíces de aquella flor que estaban creciendo en medio de la intemperie, fueron cruelmente arrancadas.
Tres años atrás.
El bello atardecer que caía sobre el cielo lo ponía ansioso, porque justo a esa hora, llegaba Namjoon. Sentado en el sofá, deja sus pies descalzos sobre el piso y se fija en su manilla, respira profundo y siente un poco de dolor en su pecho; la voz de uno de los guardaespaldas lo desconcentra, el hombre toma con fuerza su muñeca y lo jala a pesar de sus quejidos, el omega sigue preguntando a donde irían, pero el alfa se voltea y lo aprieta con más fuerza.
—¡Cállate, puta!
Jimin se queda en silencio y reprime las ganas de llorar, los días que pasaba en ese apartamento, lo estaban matando de la peor manera.
—Hoy el señor Namjoon llegará más tarde, estará con su prometida Rachel —comenta el alfa con una sonrisa retorcida y lo lleva a una de las habitaciones. Jimin al escuchar sus palabras le abría otra herida en el alma, definitivamente no entendía sus acciones ¿Por qué debía de quedarse ahí? Si él mismo le ha mostrado su odio y desprecio por su persona. El omega queda confundido, y al momento de alzar su vista, el guardaespaldas lo aprieta con fuerza en el cuello y lo empuja violentamente contra la cama, se posiciona encima suyo y apresa sus muñecas.
—Si te follo aquí, el jefe no dirá nada, porque no le importas, así que es mejor aprovechar —se ríe y empieza a bajar su pantalón.
El omega siente el pánico en todo su ser, cuando sus frías manos se pasean por sus glúteos, los golpea y trata de zafarse a como dé lugar, él no merecía ese trato. Nadie debería ser tocado sin su consentimiento.
Lo iban a violar justo en ese momento.
—¡No! ¡Por favor! —chilla Jimin desesperado con sus lágrimas deslizándose sobre sus mejillas aun cuando el alfa solo le sigue gritando mientras jalaba su cabellera con brusquedad. El omega solo sentía como su agonizada alma llamaba a su compañero cuando un puño del hombre impacta en su rostro y lo deja con la mente en blanco ¿Acaso todo iba a terminar así? Solo era un niño que tuvo que crecer demasiado rápido...
—Eres un prostituto, solo haz las cosas más fáciles —saca su cinturón y sube la camiseta del omega, el cuero impacta violentamente sobre su piel y provoca un grito desgarrador.
El alfa golpea en reiteradas veces hasta que Jimin siente como el ardor lo consume, tal vez ese era su castigo, era el precio que el destino le imponía, y no pudo hacer nada. El guardaespaldas continua su acción hasta que observa como la sangre empieza a brotar de esa blanquecina piel; el omega no tiene fuerzas para pelear, el dolor emocional y físico que estaba sintiendo, lo estaban quemando y a pesar de sus súplicas, el hombre seguía arremetiendo contra su frágil cuerpo.
Vulnerable ante sus acciones, lo único que podía hacer era aguantar y quedarse callado, como siempre lo ha hecho. Cerrando la boca y soportar todos los abusos y las humillaciones, solo por el bien de su pequeña familia... para verlos cómodamente bajo un techo seguro, comiendo lo que quisieran y observando a sus hermanos crecer entre el amor de sus padres.
