La sombra de Candy

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La sombra de Candy

Tom había quedado de arreglar la verja de la entrada del portal. Su descontento por la presencia de Annie seguía latente.

Era sábado y no tendría por qué dar clases así que Annie ayudaba a las religiosas en la cocina mientras observaba a Tom por el ventanal.

Tomó la jarra de limonada y sirvió un vaso para llevárselo al vaquero. La señorita Pony y la Hermana Lane miraron la acción y observaban desde el ventanal.

-Arggg me temo que habrá riña otra vez.

-Esperemos que no hermana.

-Es que...

-Creo que ellos están en proceso de conocerse otra vez. Haga memoria, hermana, Tom y Annie siempre peleaban.

-Sí pero...

-Estoy segura que ellos terminarán por llevarse bien. Solo es cuestión de darles tiempo.

-Espero que así sea señorita Pony.

Annie tomó un respiro profundo y con el vaso de limonada en la mano se acercó a Tom.

-Hace calor, te caerá bien la limonada.

Tom la miró con desconcierto, después de haberle dejado en claro que no quería tener conversación con ella, le sorprendió la amabilidad de la joven.

-Gracias.

La joven dejó el vaso en un poste y se alejó sin decir palabra.

El día pasó rápido, Tom decidió descansar en la colina de Pony. Se recostó para tomar el sol que ya se estaba poniendo.

Los delicados pasos de Annie no lo alertaron hasta que ella pisó una rama.

La tímida chica se encontraba detrás del padre árbol esperando el momento en el que pudiera hablar con él pero, seguía provocándole miedo la personalidad del fornido y salvaje vaquero.

-¡Annie!

-Yo...no sabía que estabas aquí

-Vine a descansar un poco, estoy por irme.

-No es necesario, solo pasaba por aquí.

-No creo que esté bien que una dama sea vista con un vaquero.

-Tom... lamento lo del otro día.

-Está bien...

-Desde que llegué aquí no he dejado de cometer error tras error pero estoy aprendiendo.

-¿Aprendiendo a qué? ¿A ser nuevamente una chica de clase baja?

-Por favor Tom.

-Está bien...lo siento.

Annie se sentó tímidamente a su lado.

-Recuerdas cuando solíamos venir aquí y jugar casi todo el día.

-Sí, tú llorabas porque no podías subir a los árboles como Candy y yo.

-Sí...

-Candy siempre fue mejor en eso.

-Dime algo Tom, ¿por qué te molesta tanto mi presencia? Candy también fue adoptada por una familia rica y...

-Vamos Annie, acepta que tú te alejaste.

-Me alejé porque no tenía de otra. Mi madre...

-Candy jamás negó su origen a pesar de todas las restricciones de la Señora Elroy. No le importó ser juzgada por no negar de donde venía. Regresaba al hogar a pesar de sus penas y ayudaba a Pony y a la Hermana Lane. Debiste aprender a ella.

Si todo hubiera sido así...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora