Lazos de amistad

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Lazos de amistad

A Candy se le llenaron los ojos de lágrimas al ver del otro lado de la calle a quien siempre había considerado una hermana.

-Annie...te ves hermosa

Pensaba la chica rubia al ver que Annie había cambiado bastante. Su piel estaba bronceada y lucía mucho más delgada que antes.

-Candy...te sienta bien ser una Andry

Era gracioso pues parecía que habían intercambiado los papeles. Candy era una dama mientras que Annie era ahora una chica del campo.

La chica de cabello oscuro cerró los ojos al no poder mirar a su mejor amiga.

-Perdóname Candy, pero aún no estoy lista para verte...

Apresuró su paso para encontrar a Tom de nueva cuenta y pedirle que se fueran. Pero Candy pensó que era la oportunidad perfecta para hablar con ella. Ya no quería seguir retrasando su encuentro, por el cariño que le tenía y por lo que estaba comenzando a sentir por Archie.

La gente se arremolinaba cada vez más en las aceras para ver el espectáculo de magia. Intentó seguirla pero casi en un minuto la perdió de vista.

Annie seguía caminando y con desesperación buscaba a Tom. Se comenzó a poner nerviosa cuando se dio cuenta que ya se había alejado bastante del lugar en donde lo había dejado.

-¿Dónde estará Tom?.. Perdóname Candy pero no quiero hablar contigo...No quiero recordar a Archie...

Estaba sumida en sus pensamientos cuando sintió que alguien la seguía. La pobre chica se vio de pronto rodeada de 3 hombres de aspecto desagradable.

-Nos darán buen dinero por esta, se ve que viene de una familia rica.

-¿A dónde va tan sola pequeña dama?

Annie temblaba de miedo, trataba de alejarse de los hombres pero estos la acorralaban cada vez más.

-Por favor, déjenme en paz...

El más robusto del grupo de maleantes se abalanzó contra ella.

El barullo de la fiesta ahogó su corto grito de terror y no pudo zafarse de la mano que tapó su boca.

Annie se desmayó del puro susto y fue llevada a un callejón en donde los hombres temibles la amagaron.

-La chica dijo que no le hiciéramos daño.

-Pero se ve que no es de aquí. ¿Y si averiguamos de dónde viene y pedimos por su rescate?

-¡Déjenla en paz!

Los tres hombres voltearon alarmados ante los gritos de lo que parecía otra chica. Tan pronto se dieron cuenta de la presencia de una muchacha igual de delicada que la que tenían secuestrada, comenzaron a reír.

-Jajajajajaja. ¡Otra chica igual a esta! Será doble paga...

-Déjenla en paz...¡son unos malandros!

-La ataremos igual que a la otra y pediremos doble rescate...jajajajajaja

Los tres hombres se abalanzaron en contra de Candy, pero esta alcanzó a darle a uno con una piedra que había cogido segundos antes.

-¡Maldita zorra! ¡Me las pagarás!

Candy se escabulló entre los tres aprovechando que no estaban en sus cinco sentidos. Y alcanzó a aventar a uno en contra de los otros dos para poder llegar al lado de Annie quien apenas si podía sostenerse en pie.

Si todo hubiera sido así...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora