La fiesta del pueblo

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La fiesta del pueblo

Cada año el pueblo realizaba una fiesta para celebrar que los primeros colonos se habían establecido ahí.

Los festejos duraban toda una semana pero el primer día era el más concurrido por todos los habitantes incluyendo a familias importantes como los Andry quienes por cierto, desde la muerte de Anthony no participaban salvo con donaciones jugosas para la iglesia y parte de la celebración.

Tom Stevens no gustaba de ir desde la muerte de su padre. El solitario vaquero prefería mirar desde el porche de su rancio el espectáculo de fuegos artificiales que inauguraban la fiesta del santo patrono. Sin embargo, aquella tarde, después de liberar a todos sus trabajadores para que disfrutaran de la verbena, decidió cambiar su ropa de trabajo por algo mucho más casual. Dejó en su habitación el sombrero y se peinó completamente diferente.

-¿Tom?

El chico se sorprendió al ver que Mary Jane no había ido con los demás trabajadores al pueblo.

-¡Mary Jane! ¿Qué haces aquí? Te hacía en la fiesta.

-Yo...decidí quedarme...Por si me necesitabas.

-Ya veo...

-¿Saldrás?

-Eh...sí. He decidido ir a la fiesta.

-Pensé que no te interesaba.

-Es una decisión que acabo de tomar.

-Irás con ella ¿verdad?

-¿Qué?

-Esa chica...Annie

-No creo que deba tener esta conversación contigo Mary Jane.

-¡Ella no es para ti!

Tom dirigió la mirada absorta hacia la chica que estaba temblando de coraje y con lágrimas en los ojos. Apretaba los puños de rabia y no podía contener los celos que empezaban a emanar por todo su ser.

-¿A qué te refieres con eso?

-Esa...señorita no es para un chico como tú. Ella no te sabría atender como yo lo hago. Ella no es para ti Tom ¡No es para ti!

Lo que Mary Jane le dijo a Tom lo llenó de rabia, era como si esa muchacha le echara en cara la diferencia de clases que había entre ambos y que Tom había olvidado desde el momento que aceptó para sí mismo que Annie le gustaba.

-Mary Jane, te voy a pedir que no te metas en mis asuntos ¿quieres? Lamento no poder corresponderte pero no te permitiré que te entrometas en mi vida. ¡Adiós!

Con una actitud fiera, Tom subió a su yegua y comenzó a galopar a toda prisa.

La chica sentía que la sangre le hervía y jamás había experimentado tener tanto odio contra alguien. El rostro dulce y perfecto de Annie Brighton se le presentaba tan pronto cerraba los ojos.

-No permitiré que ella te aleje de mí Tom...Annie Brighton no es para ti y yo me encargaré de quitarla de tu camino. ¿Entiendes?

Candy se encontraba viendo desde la terraza los fuegos artificiales. Miraba con un poco de decepción con la mano sobre sus mejillas.

-¡Qué aburrimiento! Por cuidar a la tía abuela no podré ir a esa fiesta. Si Archie estuviera aquí ya se las hubiera ingeniado para que pudiéramos escapar...

-Hola Candy

Al oír la ronca voz del Señor Brower la chica enrojeció al pensar que el generoso hombre había escuchado sus pensamientos en voz alta.

Si todo hubiera sido así...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora