Si todo hubiera sido así...

Veneno

Veneno

No se podía negar que Eliza Legan era una joven bastante bella.
Su voluptuosidad era parte de su atractivo por lo que muchos hombres se interesaban en ella. Sin embargo, ninguno llenaba sus intereses ni los de su madre. Por eso, a sus veintidós años, no había contraído matrimonio.

Ante la situación tan penosa de su familia, ella había aceptado que su deber era contraer matrimonio lo antes posible con quien pudiera salvar su posición económica y social.

Al saber que el mejor prospecto era Archibald Cornwell no pudo evitar sentir desagrado puesto que su primo y ella no podían verse ni en pintura. Pero aceptaba que era atractivo y un muy buen partido considerando que Archie se convertiría en la cabeza de las dos familias más importantes de Estados Unidos, lo que aseguraba una gran fortuna y el poder de estar principalmente sobre Candy.

-¿Es en serio Eliza? ¿Piensas casarte con Archie?

-Ya oíste a mamá, Archibald será la cabeza de los Andry y de los Cornwell. Y ahora que ha dejado a Annie se convierte en un codiciado soltero.

-¿Y cómo harás para que se case contigo hermanita? ¿Ya se te ha olvidado que él te detesta?

-A Archie no le queda de otra más que casarse, su padre ya lo ha decidido y la tía abuela también.

-Sigo pensando que Archie no será un hueso fácil de roer además...jajajajaja

-¿De qué te ríes Niel?

-Se te olvida un detalle Eliza

-¿Ah sí?, ¿Cuál?

-Candy

-¿Qué tiene que ver Candy?

-Que no se te olvide que Archie siempre ha estado loco por ella

-¡De eso ya ha pasado mucho tiempo!

-Yo no me confiaría, puedo asegurarte que ella ha sido el motivo de que Archie rompiera su compromiso con Annie. Esa chica sabe cómo engatusar a los hombres.

-No me pasará lo mismo que a ti Niel, seré más inteligente que tú. Candy ya me quitó a Anthony y a Terry...Está vez no dejaré que se salga con la suya.

Eliza recordaba la conversación con su hermano quien se había convertido en un hombre lleno de resentimiento en contra de los Andry y todos los que tuvieran que ver con ellos.

Su alcoholismo lo hacia ser más cínico e imprudente. A pesar de detestar a Archibald, estaba dispuesto a tenerlo como cuñado para beneficiarse de su poder y fortuna.

Archibald se topó de frente con la chica pelirroja. La ignoró y siguió su camino. No quería ni siquiera verla o escuchar su voz.

-¡Archie! No es de caballeros ignorar a una dama.

-No veo a ninguna por aquí.

-¡Fíjate bien a quién le hablas!

-Por supuesto que sé muy bien quién eres Eliza...

-¿No es irónico que al final de cuentas seremos marido y mujer?

El joven sintió que la sangre le hervía. El solo pensar que su padre y la tía abuela habían decidido por él lo tenía más que furioso. Y escuchar la cínica voz de Eliza terminó por sacar lo peor de él.

Camino hacia la muchacha quien lo retaba y lo miraba con remendi descaro. Poco faltó para que la agrediera pero, afortunadamente logró contenerse.

-Escucha bien Eliza. Jamás me casaré contigo ¿entiendes? Aunque fueras la única mujer en este planeta. ¡jamás me casaría contigo!

-Jajajajaja. Querido Archie, eso ya está decidido. ¿Crees que yo estoy entusiasmada por este matrimonio? No es así, pero...en esta sociedad las cosas son así.

-Te lo dije antes y te lo digo ahora, ¡Eres una zorra vestida de dama! Tú y tu madre son unas arpías. Y yo mismo me encargaré de hacerle saber a mi padre la clase de cuervos que son.

Archibald se dio la vuelta para seguir con su camino.

-¿Dime una cosa Archibald? ¿Acaso terminaste tu compromiso con Annie por culpa de Candy?

-Eso no te importa

-Pobre Archie...sigue esperando a su linda Candy...jajajajajajaja

-No metas a Candy en esto...ni siquiera te atrevas a mencionarla.

-Y ¿por qué no? Ni yendo a meterte a la casa de Lakewood podrías lograr que ella olvide a Terry...eres un fracasado. Candy siempre prefiero a alguien más que a ti y te tuviste que conformar con la insípida Annie. Y mírate ahora. No eres más que una simple marioneta de tu padre.

Archie apretaba los dientes de puro coraje. Eliza no tenía idea de que él y Candy estaban juntos pero tenía razón en algo. Era la marioneta de su padre, y si no hacía algo rápido la perdería.

-Da gracias a Dios de que estamos en la casa de mis padres y jamás me atrevería a hacer algo tan ruin...de lo contrario...

-¿Me harás daño querido?..No...no eres capaz. Buen día querido prometido. Jajajajaja

La voluptuosa chica salió siguió su camino dejando a al joven a Cornwell ahogado en amargura e impotencia.

¿En qué momento se había convertido en un objeto? Primero Emma Brighton y luego su padre. ¿Acaso él no era tan libre y resoluto como pensaba?

-Necesito ver a mi madre...

-Pero señorito...su mamá

Archie echó a correr hacia el dormitorio de su madre. La encontró postrada en la cama dormitando. Quiso despertarla pero, se dio cuenta que sería muy cruel de su parte hacerlo. Solo se arrodilló y comenzó a llorar en silencio.

-Mamá...¿por qué me han hecho esto? ¿Por qué yo?

El llanto desesperado de Archie estremeció a la pobre mujer quien no se atrevía a abrir los ojos y fingió acomodarse de un lado para poder derramar lágrimas de dolor e impotencia al no poder ayudar a su hijo.