Y me quedo sola, pero no del todo sola. Ya que la universidad entera poco a poco comienza a llenarse de montones de estudiantes estresados y agobiados que corren de un lado a otro con sus horarios en la mano buscando su nuevo lugar, y yo, me uno a ellos en seguida.
Llego sana y salva a mi nueva clase de referencia y tengo suerte de encontrar un sitio libre delante. Repaso discretamente a mis nuevos compañeros de carrera y me doy cuenta de que cada uno es un mundo.
La clase está dividida en las típicas 3 clases sociales de siempre, esas que caracterizan siempre el rango de los estudiantes de una clase: Para empezar tenemos al típico grupo de empollones raritos. Con sus gafas, sus looks repeinados y sus camisetas y faldas demasiado planchadas acompañadas de sus corbatas. Detrás, en el otro extremo y siempre en los asientos del final del todo (al contrario de los anteriores) están los considerados más populares del campus. Los que van a la moda y son ''guays'', los de las fiestas con drogas, sexo y alcohol, las animadoras y capitanes de equipo y los que sacan de quicio al profesor en cada clase. Y por último están aquellos más normalitos, los que no sacan las mejores notas, ni siguen las modas. Los sencillitos. No alborotan, ni pasan desapercibidos, pero siempre están ahí. Me pregunto en qué grupo estaré yo éste año cuando un chico moreno y con unos grandes ojos verdes decide sentarse en la mesa libre junto a mí y me sonríe. Tengo que admitir que el chaval parece recién sacado de un catálogo de modelos de Calvin Klein, pero no es mi tipo. Decido devolverle la sonrisa por educación y miro hacia otro lado al ver que él no retira la mirada. <<¿Dónde cojones está el profesor?>>.
—Hola. Me llamo Ethan Adams.—Me saluda amablemente.
<<¿Por qué me habla?>>
—¿Y tú?—Pregunta al ver que no le contesto.
—Yo....yo soy...me llamo _______ Hemmings.—<<Ojalá me hubiera ido con Niall>> pienso, porque esto de hacer nuevos amigos no se me está dando del todo bien. Fijo que me apodan ''Hemmings la Tartamuda del Campus''.
—Encantado de ser tu compañero de mesa, ______. Nunca te he visto por aquí....
—Ya...será porque es mi primer año de carrera...
<<Vale, eso ha podido sonar un poco borde>>
Me río un poco para suavizar mi respuesta.
—Ya, bueno, me refiero....—Se ríe.—¿Eres de por aquí?
—Oh, no, que va. Vivo en Londres.—Digo por fin.
—¿En serio?—Dice él impresionado. Y le doy las gracias a Dios de rodillas mentalmente cuando el nuevo profesor entra por la puerta y comienza a presentarse. Pero mi nuevo amigo no se da por vencido y continúa hablándome en susurros apenas audibles para el resto.
—Yo también vengo de Londres ¿sabes? Es genial, podríamos quedar algún día...—Continúa la conversación y muestra una radiante sonrisa.
—Hmmmm...Ethan, esto...yo... tengo novio ¿sabes? Se llama Niall.—<<Mataré a éste chico como no deje de hablar de una vez y nos echen de clase>>.
—¿Niall? Ah, bueno, no pasa nada, seguro que a Niall no le importa que te invite a tomar algo.
Una vez me convenzo de que me será imposible quitarme a Ethan de encima en todo lo que queda de curso, le sigo el rollo resignada.
—No, seguro que no.—Ironizo, pero Ethan se lo toma como una alegre afirmación.
—Mis padres viven aquí en Oxford, asique vivo yo solo con mi perro...—Ethan amor mío, comienzas a ser algo pesado.