No One Like You [Guapoduo]

Invitado inesperado

—Te dije que estaba perfectamente bien, guapito — Cellbit entró a casa detrás de Roier. Se había estado riendo un buen rato al regresar del hospital por lo alarmado que se había puesto Roier cuando creyó que algo malo le pasaba, no es que le diera gracia la preocupación de su omega, pero sentía lindo que se preocupara tanto por él y lo cuidara mucho.

Roier había llamado con urgencia a Foolish para que los llevara al hospital, ambos alfas no dejaron de reírse por la situación, Foolish se burlaba de Cellbit por estar teniendo los sintomas del embarazo de su omega e incluso hizo chistes respecto a que se volvería el primer alfa embarazado en el mundo.

Por otro lado Cellbit estaba bastante contento, todo era una nueva experiencia para él y le emocionaba mucho saber qué otros síntomas tendría en todo el proceso del embarazo.

Ambos alfas se lo tomaron todo a broma, sin embargo Roier no podía enojarse con ellos, no después de que Foolish les hizo el favor de llevarlos al hospital y traerlos de vuelta a casa, tampoco podía enojarse con su alfa ya que Elena le había explicado que lo que pasaba con Cellbit era algo normal en alfas enlazados bastante protectores, el alfa "tomaba" los síntomas del omega para aliviar la carga de su cuerpo durante el embarazo. Y este hecho hacía que el corazón de Roier latiera con calidez, tendría un embarazo saludable y cómodo gracias a lo increíble que era su alfa.

—Nunca te había visto así, me asusté — dijo Roier, dirigiéndose a la habitación de su hijo para acostarlo, pues el pobre bebé se había quedado dormido profundamente, totalmente agotado después de que Elena le hiciera una revisión general y le pusiera una inyección en contra de su voluntad

—Aww guapito, no tienes que asustarte por cosas así, soy la persona más saludable que existe, nunca me he enfermado a pesar... de todo lo que he vivido

—Lo sé, pero no me gusta verte mal, creí que el estrés de nuestra boda, el nuevo álbum y la preparación para el festival te estaba afectando ¿No te duele el estómago verdad?

—No, estoy perfecto como siempre — Cellbit abrazó a Roier por detrás, metiendo sus manos debajo de su ropa para acariciar su vientre — Me encanta

—¿Qué cosa? ¿Vomitar todas las mañanas? — Roier besó la frente de su hijo y lo dejó suavemente en su cuna, para después recargar su espalda en el pecho de su alfa, tranquilizandose al sentir los latidos de su corazón y la calidez que irradiaba su cuerpo

—No — Cellbit besó su cuello, mordiendo ligeramente su piel hasta dejar una marca roja — Me encanta ayudarte con tu embarazo, cuando estabas embarazado de nuestro Bobby no hice mucho por tí, esta vez lo haré muy bien, lo juro

—Gatinho... — Roier volteó a verlo, besando sus labios con dulzura — Tú siempre lo haces bien, eres el mejor alfa del mundo por eso me encanta tener hijos contigo

—Uff... — Cellbit respiró profundo, llenándose del dulce aroma tan seductor que soltaba su omega.

Elena había hablado muy seriamente con la pareja, la revisión del estado de Roier había dado buenos resultados y podía tener un embarazo normal sin riesgos a diferencia del anterior, sin embargo les dejó en claro los cuidados que debían de tomar, les dio una dieta especial a los dos, a Cellbit principalmente por los vómitos y antojos, también le dio a Roier algunos suplementos y les dijo que el sexo en esta etapa del embarazo estaba prohibido.