Un cuerpo femenino de fornida musculatura caía en picada a lo largo de ese espacio alterno al mundo de los humanos, la Fortaleza Dimensional Infinita. La demonio, llamada Mikasa y poseedora del título de Tercera Luna Superior, cayó de forma estrepitosa al suelo de madera decorado con papel dorado, dejando un cráter mientras hacía temblar todo el entorno cercano.
- Fiuu... Lo siento, Nakime-chan. ¿Puedes repararlo?
Pidió a la demonio que se encontraba sentada un piso por encima de ella, justo a su izquierda y de frente a la habitación que le pertenecía a su amo.
El sonido de la biwa, que acompañó suavemente el caer de sus manos por las cuerdas del instrumento, provocó un cambio en la dimensión, reparando el caos provocado por la demonio.
Nakime era la dueña de ese sitio, y como tal, podía controlarlo en su totalidad. Mikasa agradeció con un gesto de su mano izquierda.
- Nakime-chan, ¿puedo saber el motivo de habernos reunido aquí? La última vez que nos reunimos fue cuando la anterior Quinta Superior murió, me preocupa que se trate de un caso similar.
- Gyojojojo. Me alegra saber de su preocupación por nosotros, señorita Mikasa.
La voz salia de un jarrón a su lado, decorado con tonos grises, celestes y morados.
- Es bueno verlo, señor Gyokko.
El demonio, similar a una de esas ilustraciones de genios de la lámpara, salió del jarrón con una forma que aparentaba nubes de gas unidas a un pequeño torso humanoide con una gran cabeza de ojos y boca invertidos con brazos de poco tamaño repartidos por esta. Gyokko, la Quinta Luna Superior.
- Gyokko y la señorita Mikasa están hablando. La presencia de nuestra superior es abrumadora pero gentil. ¡Que miedo!
Un pequeño demonio con la apariencia de un anciano se arrastraba por el suelo, al verlo, Mikasa corrió hacia con una sonrisa, sosteniéndolo con sus brazos mientras lo levantaba.
- ¡Abuelito Hantengu! ¡Que bueno que usted sigue con vida!
Se trataba de Hantengu, la Cuarta Luna Superior. Mikasa le dejó en el suelo, donde permaneció arrastrándose hasta subir por un muro y colgarse del techo sobre la sala de reunión.
- ¿Qué tal los jarrones qué le regale, señorita Mikasa?
- Oh, están muy bonitos. Los use para guardar recuerdos de los cazadores con los que peleó. Tengo las guardas de las espadas de al menos quince Pilares jajajaja.
- Y-ya veo. Me alegra que le encontró un uso.
- Si. Nosotros estamos bien, pero nuestros otros compañeros...
La puerta principal se abrió, mostrando una alta figura masculina de largos cabellos. Su caminar elegante y lento hacia temblar al pequeño Hantengu.
- Ya está aquí... El señor Douma.
- Buenas, buenas. ¿Cómo están todos hoy? Espero que bien. Oh, me preocupe mucho cuando me llamaron, ¡la vida de mis compañeros podía estar en juego!
Dijo en un tono grandilocuente mientras realizaba gestos y posturas con sus manos que, ante la vista de Gyokko, eran extraños. Mikasa se limitó a reír, los constantes intentos de su compañero de agradar al resto de Lunas y a Muzan le parecían graciosas. Más cuando este molestaba a alguno de ellos sin darse cuenta.
- Señorita Mikasa, señores Gyokko y Hantengu. ¡Que felicidad verlos! ¿Y el señor Kokushibo? Tampoco está el niño Gyutaro...
Cuestionó fingiendo inocencia y preocupación, Mikasa simplemente negó con la cabeza algo apenada. La falta de emociones verdaderas en Douma, la Segunda Luna Superior, era evidente.
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Kimetsu no Yaiba [ Inverso ]
Fanfiction¿Alguna vez has pensado como seria hacer todo de manera opuesta? ¿Si los sucesos de una historia fueran al revés? En esta historia de Kimetsu no Yaiba, Nezuko es la cazadora, y Tanjiro su hermano que se ha convertido en demonio. Otros personajes tam...