Una joven que vestía un kimono rosado y de larga cabellera negra iba caminando a rastras por la fría y blanca nieve. Jadeando en cada intento por avanzar.
- Ahh... Ah... Aguanta... Aguanta un poco más...
Le repetía a la persona que llevaba sobre su hombro. El peso de esta era cada vez más notorio a medida que su cansado cuerpo iba cediendo.
"¿Cómo? ¿Por qué sucedió esto?"
Lo último que supo de su familia fue cuando se despidió de ellos. Su hermano mayor solía salir a vender carbón, pero ese día se encontraba enfermo.
"No te preocupes, lo haré yo. Ya estoy algo grande para depender siempre de ustedes."
Dijo la chica restando importancia a la situación. Los vecinos del pueblo se sorprendieron de verla a ella, pero por suerte consiguió vender todo.
"Con esto mamá no tendrá que preocuparse por el dinero un tiempo."
Pensó para sus adentros alegremente antes de regresar. Pero fue detenida por un hombre a quien conocía bien.
"¡Nezuko! Es peligroso ir por la montaña de noche. Quédate hasta el amanecer."
Lo medito un momento, a diferencia de su hermano ella no contaba con un olfato desarrollado, así que le sería difícil regresar. No quería preocupar a su familia, pero lo mejor era quedarse esa noche.
"Es peligroso salir de noche, porque los demonios están al asecho."
"¿Los demonios?"
Preguntó extrañada de sus palabras.
"Los demonios son bestias que se alimentan de la carne de los humanos. Y solo salen de noche."
Los últimos pensamientos que tuvo esa noche antes de dormir era que aquel hombre estaba muy solo, que tal vez le haría falta compañía y podría llevar a sus hermanos menores un día de estos.
Las ilusiones de una pacífica vida se rompieron al llegar a las inmediaciones de su humilde casa el día siguiente. Un rastro de sangre se mostraba en el suelo.
"¿Qué pasó aquí? Eh... Ahh... ¡H-hermanos!"
Corrió hasta la casa al notar unas figuras en el suelo, sus hermanos menores, y al mirar dentro la imagen no fue mejor. Su madre mutilada y sangre por doquier. Pero aun había alguien respirando débilmente.
"¡Tanjiro! ¡Resiste, hermano!"
Lo subió sobre su hombro y comenzó a llevarlo al pueblo. Aun estaba con vida, había esperanza.
"Aguanta solo un poco... Piernas, resistan..."
Se repetía con cada paso, estaba a unos veinte minutos del pueblo, aunque eso a paso normal.
- Gru... Grughaa... ¡Graaaah!
De repente, su hermano comenzó a rugir y tambalearse sobre su hombro, hasta que ambos cayeron por un pequeño risco.
Trató de morderla. Se defendió con un palo evitando sus dientes.
- ¿Qué te sucede? ¿Qué pasó? Lo siento. Deben haber sufrido mucho.
Le dijo entre lágrimas, le dolía ver así a su hermano, no tenía idea de que le pasaba.
Un hombre de largos cabellos saltó por encima de ellos meciendo su espada en dirección a su hermano, lo tumbo para evitar que lo lastimara.
- ¡E-espere! ¡Es mi hermano! ¡Solo está herido y...!
En solo un parpadeo, Tanjiro fue arrebatado de sus manos y ahora lo tenía ese hombre. Era alto, su cabello era del color de un melocotón y con una cicatriz en el rostro.
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Kimetsu no Yaiba [ Inverso ]
Fiksi Penggemar¿Alguna vez has pensado como seria hacer todo de manera opuesta? ¿Si los sucesos de una historia fueran al revés? En esta historia de Kimetsu no Yaiba, Nezuko es la cazadora, y Tanjiro su hermano que se ha convertido en demonio. Otros personajes tam...