Flores para Juani (JuanixFelipe)

Yo juraría hacer cualquier cosa...

Juani le negara toda su vida a Esteban que la sonrisa que apareció en su rostro al ver el mensaje de Felipe como primera cosa en la mañana fue automática.

Te voy a recoger a tu hotel?

Un mensaje rápido, directo, claro. No había ninguna razón por la que Juani debería sonreír. Aún así lo hizo, cosa que de inmediato Kuku notó porque se había quedado a dormir en el sillón de la habitación de Juani ya que terminaron muy tarde con la resolución de redes sociales y el añadido de que ahora tendrían que producir y publicar la canción 2 meses antes de lo esperado.

—Señor "no, no me lo quiero chapar", le estás sonriendo a tu celular de nuevo.— Kuku comentó levantando ligeramente la cabeza sin pararse del sillón donde estaba cubierto por una manta.

—No es cierto.— murmuró Juani sin convicción, aún sonriendo.

—Ajá.— Esteban rodó los ojos y se volvió a acurrucar en el lugar donde se había dormido.

—Hoy vamos a ir a desayunar.— dijo Juani en voz alta.

—Ya sé, me contaste ayer, y anteayer, y el día que quedaron...

—Ya, ya. Ya no te voy a contar nada.— se quejó Juani ya levantándose completamente de su cama.

—Eh, no importa. Felipe le cuenta todo a Fran.— dijo Kuku con una sonrisa de satisfacción.

—No me gusta como te aprovechas de tus privilegios de pareja empoderada, maldito... — el menor se quedó pensando en una palabra hasta que rindiéndose, soltó. —privilegiado.—

Esteban se rio por lo bajo. —Hoy no me llames que salgo con Fran.

—Oh, ¿ya llendo a proponerle matrimonio?— dijo con una sonrisa gigante mientras buscaba en su ropero que ropa usar.

—Salgo ahorita en una hora y planeo ir a desayunar, almorzar, incluso cenar si el quiere.— dijo Esteban finalmente destapándose.

—Uy, ¿algo especial hoy?

—Solo que salgo con el chico más lindo del mundo. Que como plus me cuenta todo lo que Felipe le cuenta de ustedes.—Esteban corrió a la puerta mientras Juani le tiraba una almohada.

—¡De seguro que te quieres quedar a dormir en su casa, por eso estás tan rarito!— gritó el de ojos azules agarrandose al marco de la puerta. —¡Avisa si esta noche no llegas para no preocuparme por si te han secuestrado, pelotudo!

Esteban ya había corrido hasta su habitación que estaba del otro lado del pasillo y cerró la puerta detrás de él, Juani dudaba que lo hubiera escuchado.

Cerró su propia puerta y escogió la ropa que usaría: se puso un calentador debajo del sweater que iba a usar, y un polo de manga larga encima de ese calentador para no tener que usar campera.

Le escribió a Felipe rápidamente un "claro". Tratando de no sonar muy entusiasmado.

Le escribió un mensaje rápido a Kuku para decirle que ya se estaba yendo y bajo a recepción. Se vio en el espejo inmenso del lobby y pensó que tal vez podía intentar peinarse, sus rulos un alboroto cayendo en todas partes, pero vio a Felipe esperándolo afuera del hotel y rechazó la idea. Seguro se estaba congelando.

Camino hasta donde Pipe estaba y le dio un beso rápido en la mejilla. Felipe le sonrió y le entregó un ramo de flores que había estado escondido dentro de su campera.

—Hoy día las florerías si abrían.— le dijo al más bajo y comenzaron a caminar.

—¿A dónde estamos yendo?— preguntó Juani apretando las flores contra su pecho. Era un miércoles temprano, por lo que había muy poca gente por la calle, Juani ni se molestó en cubrirse la cara.

—Es un café que está cerca. No sé, me pareció un lugar tranquilo. Pensé que tal vez te gustaría.— le respondió Pipe cerrándose la campera hasta el cuello.

—¿Cómo has estado?

—Súper bien. Estoy grabando otra película, ahora aquí en España.—

—Ay que bueno. Eres muy talentoso.— lo felicito el mayor sinceramente.

—¡Mira quien habla!— exclamó Pipe empujándolo con el hombro derecho.— Vi que ibas a sacar otra canción en casi nada de tiempo.

Juani rio. —Si, pero fue más un intento de distraer a mis fans.

—Tiene sentido.— dijo Felipe.— Aquí es.

Felipe le abrió la puerta de vidrio de un local decorado con temática verde, por donde mirarás había plantas y enredaderas que se notaba eran tratadas con cuidado. Una vez que entraron Pipe puso su mano suavemente en la espalda baja de Juani y se acercó un poco para preguntarle dónde se quería sentar.

—Aquí está bien.— respondió Juani en el mismo tono de voz una vez que llegaron a la parte de atrás del lugar.

Se sentaron y casi de inmediato se acercó un chico que los miró de reojo pero no dijo nada. Les puso los menús y se fue.

—Creo que pediré wafles.— murmuró el más bajo revisando la carta.

—Creo que yo también.— dijo el más alto sin siquiera mirar la carta, enfocando su atención en el chico que estaba concentrado en la carta al frente de él.

Pidieron y rápidamente cayeron en el suave ritmo de una conversación nada apresurada. Juani sentía que podía hablar con libertad, tenía el ramo de flores, una mixtura de flores celestes y blancas, apoyado en su regazo y cada tanto que la mirada atenta de Felipe lo hacía sentir nervioso, acariciaba los pétalos de la flor más cercana.

Llegando a la mitad de sus comidas fue cuando una chica se les acercó.

—¿Eres Juani, no?— preguntó sin mucha sutileza mirándolo con los ojos abiertos exageradamente.

—Eh, si soy yo.— dijo Juani que decidió que la estrategia más rápida era ser amable, no quería que se extendiera mucho y Pipe se pusiera incómodo.

Se tomó una foto rápida con la chica y afortunadamente ella se fue.

—Disculpa por eso.

—No, nada. Es bueno que te den el reconocimiento que te mereces.— le dijo Felipe antes de tomar un sorbo de su jugo de naranja.

Cuando ya estaba terminando ese mismo jugo fue cuando una pareja se les acercó.

—¿Eres el chico de la película del Oscar?— preguntó el chico, claramente emocionado.

—Eh, si. Creo.— Felipe enarcó las cejas pero fingió rápidamente una sonrisa y se dejó tomar foto. La pareja se fue rápidamente y los dos chicos se quedaron mirándose en una especie de silencio incómodo.

—¿Salgamos de aquí?— preguntó Pipe, mordiéndose levemente el interior de la mejilla con una mirada esperanzada.

—Salgamos de aquí.— confirmó Juani con una sonrisa.

Pagaron la cuenta y el de rulos casi no notó al hombre con la cámara caminando afuera del local. Casi.
Por supuesto que los flash de las demás cámaras en cuanto salieron fueron mucho más fáciles de notar.