Y si tuviera el naufragio de un sentimiento

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—No es mi culpa estar tan guapo.— murmura Juani en el espejo mientras mira la manera en la que la ropa que ha escogido le queda.

—Uy, cuidado, que Pipe se enamora fácil.— bromeó Blas desde donde estaba tirado en la cama del hotel de la habitación de Juani.

Juani solo soltó una risa ligeramente forzada. —No querríamos eso.—

—Juanicho, pero yo no entiendo. ¿O sea el pibe sigue con novia?— preguntó Kuku desde donde estaba elegantemente sentado en la silla del escritorio.

—Si, Pipe está todavía con Isa. Pero me ha dicho que en cuanto ella le conteste los mensajes él le va a terminar. No es un mal chico, fue una relación de basura pero le quiere terminar cara a cara.— dijo Blas, antes de volver la vista a su celular.

Juani no comentó nada.

—¿Te dijo eso?— preguntó Kuku, volteando ligeramente la cabeza.

—Si, ya lleva más que unas semanas queriendo dejarla y la verdad es que no entiende porque ella no lo deja a él. Yo tampoco honestamente, ya no soy tan amigo de ella pero si no le interesaba ¿porque mantenerlo ahí?— preguntó Blas al aire.

—¿Será porque ahora es un actor famoso y lo está usando para tener más seguidores?— preguntó Esteban, que ahora estaba mirando el perfil de Isa en su celular. —Ella no es famosa pero quiere serlo.

—Ay, qué feo que lo esté usando.— dijo Juani que se rindió con el espejo y se ponía una bufanda.

—Por muy fea que esté la situación, nada de chapes Juani.— le dijo Esteban mirándolo serio. —Espera hasta que terminen si de verdad queres con el chico este, sabes cómo es la gente, a veces tangiversa las cosas.

—No, no lo quiero besar.— comentó Juani. —Y esta no es una cita. Es una salida de dos amigos que se quieren conocer más.

—Esa ni tú te la crees.— dijo Blas un poco demasiado fuerte.

—¿Esa no es casi la definición de cita? — preguntó Esteban arqueando las cejas.

Juani los miró un largo rato a ambos. —Me voy. No me destrozen la habitación, eh.— les lanzó un beso en el aire sin fuerzas a sus amigos y se fue.

—¡Yo aún creo en el amor!— gritó Blas en cuanto Juani cerró la puerta.

—¡Entonces deja de mirar comedias románticas a las 3 de la mañana!— gritó Juani en respuesta.

Mientras caminaba por las calles miró las nubes. Estaban cargadas y oscuras, definitivamente iba a llover, ojalá que la lluvia no lo atrape.

Había quedado para ir a almorzar con Felipe a un restaurante que él había escogido, según el pelinegro, poco conocido. Lo que Juani menos necesitaba ahora eran rumores acerca de una supuesta relación con otra persona famosa, relación que por supuesto no iba a pasar.

Es la clásica historia de chico conoce a chico, se vuelven amigos. Nada más iba a pasar entre ellos dos, no importaba lo fuerte que se veía la curva de la mandíbula de Felipe o lo azules que eran sus ojos, habían cosas que no iban a pasar.

Y ellos eran una de ellas.

Juani decidió encender Google Maps para estar seguro de no perderse y se estaba arrepintiendo un poco de no haber accedido a que Felipe lo recoja, pero es que en su defensa, el estaba haciendo su mejor esfuerzo para que esto parezca todo menos una cita.

Mientras soplaba en sus manos frías se dio cuenta que debió traer guantes. Maldita sea, a veces olvidaba lo duro que podía ser el frío en días como estos, se envolvió más con el abrigo y subió la bufanda para que cubriera su nariz, que de seguro ya estaba roja.

Suspiró y cruzó la calle, según la aplicación el restaurante no estaba tan lejos. Camino un poco más y vio un pulcro local con un letrero colgante discreto, la estética era principalmente blanca y verde.

Se paró un rato en la acera antes de empujar la puerta de vidrio y ver casi de inmediato a Felipe, sentado solo en una mesa y si Juani no se equivocaba, mirando un poco ansiosamente a sus costados cada cierto tiempo.

El de rulos no pudo evitar sonreír, se acercó a la mesa y el placer que le dio ver como los ojos de Felipe se iluminaban lo hizo sentir culpable. Felipe se levantó y le dio un beso en la mejilla, poniendo una mano en su cintura ligeramente, como una especie de soporte invisible . La sacó rápidamente y se volvió a sentar. Juani se sentó al frente suyo.

—Se que te dije que iba a traerte flores pero es domingo, y todas las florerías estaban cerradas. Te traje esta.— Felipe sacó una rosa de un rosado pálido de debajo de la mesa, seguro la había estado escondiendo con sus brazos. —Es de las mías. En mi casa solo cultivó rosas, y bueno, esa era la más bonita.

—De verdad es muy linda, gracias. No te hubieras preocupado.

—No fue ninguna preocupación.— el pelinegro sonrió y sus ojos se iluminaron ligeramente. —¿Cómo has estado?

—Bien, un poco ocupado. Creo que voy a hacer otro evento en España.

—Que bueno, me encantan tus eventos. En realidad conocí tu música por un video de un evento que me enseñó Fran.

—¿Cómo asi?— preguntó Juani, verdaderamente interesado.

—Ah, es que estábamos en rodaje y el cuarto de hotel de Fran estaba al lado del mío entonces a veces iba a visitarlo. Un día fui y estaba viendo Tik Tok así que me quedé viendo con el y le apareció un video de ti en un evento, haciendo karaoke con tus fans. Me pareció súper tierno.

—¿Ah, si?— Juani levantó ligeramente las cejas. —¿Y que hiciste después?

Felipe se rio y se vio ligeramente avergonzado. —Te busqué en Instagram, y pues nada te seguí. ¡Y tu música me pareció súper buena!— El actor pareció defenderse.

Eso hizo que Juani entienda que lo había seguido por algo por lo que tendría que defenderse. Ladeó un poco la cabeza mientras comprendía y veía el ligero rubor que aparecía en las mejillas de Felipe. El de rulos jugueteó un poco con la rosa, siendo cuidadoso con las espinas.

Le había parecido lindo. Por eso Felipe lo había seguido y por eso estaba tan rojo ahora.

Juani sonrió y siguió la conversación con otro tema y otro y otro... pero tenía una frase que se repetía en su cabeza cada vez que Felipe lo hacía reír.

Cuidado con las espinas.

Flores para Juani (JuanixFelipe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora