El Stand De Los Besos - [Kookmin]

💋Capítulo 21💋

Ya era de noche y en la gran mansión de los Jeon se celebraba la fiesta de cumpleaños de Jimin y Taehyung. Ambos jóvenes se encontraban arreglando los últimos detalles de sus disfraces.

— Hobi llega en diez minutos.— informó Taehyung.

— ¿Y Jungkook va a estar aquí?.— preguntó Jimin tranquilamente.

Taehyung suspiró.

— Anoche me dijo que se iría a Harvard hoy.— le comentó. Jimin asintió.— Ya no quería seguir aquí. Pero minnie, es para bien, la verdad creo que hiciste lo correcto.— dijo mirándolo a los ojos.— ¿Tú no?.— Jimin asintió.

— Sí.— respondió en un susurro.

Taehyung le sonrió de vuelta y una vez ya listos, ambos jóvenes bajaron a reunirse con los invitados. Y así empezar a cantar su cumpleaños, el dúo de amigos apagaron sus velas, casi al mismo tiempo.

— Bueno, que pediste.— preguntó Yugyeom en dirección a Taehyung.

— No, no, no, saben las reglas.— respondió.

Jimin miró a Taehyung a los ojos y recordó como cada año la regla número 1, "Solo tu mejor amigo puede conocer tus deseos de cumpleaños."

Taehyung luego se acercó a Jimin a contarle su deseo, luego de separarse, le miró a los ojos.

— Tú turno.

— Ah, nada este año.— le respondió.

Taehyung lo miró un poco confundido.

— Okey.— se limitó a responder.

Los minutos pasaron y en un inicio Jimin estaba disfrutando de la fiesta al máximo, pero cada segundo que pasaba veía a jóvenes junto a sus parejas, pasando un lindo, tierno y romántico momento, y eso le entristecia, porque le recordaba a Jungkook. Levantó la mirada y observó la ventana de la habitación de Jungkook, era la única que se encontraba oscura. Ver eso lo hizo sentirse mucho peor, recordó el primer beso que compartieron, sus citas, paseos, el tiempo que pasaron juntos. Y sin darse cuenta pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Sin poder contenerlo más, empezó a solllozar y caminó al interior de la mansión de los Jeon.

Taehyung al notarlo rápidamente fue detrás de él.

— Oye, oye, oye.— Jimin detuvo sus pasos y le miró.— ¿A dónde vas?.— Jimin sentía un gran nudo en su garganta.

— E-es q-que... ya no puedo seguir.

— ¿Seguir con qué?.— preguntó Taehyung tranquilamente.

Jimin solo se limitó a mirarlo por unos cortos minutos, luego se giró y empezó a correr al interior de la casa. Taehyung parpadeó un par de veces y luego corrió detrás de él.

Una vez dentro, fue Taehyung quien decidió romper el silencio.

— Ey, ¿qué tienes?.— preguntó pero Jimin lo ignoró.— Oye.— volvió a llamarle, logrando que esta vez Jimin detuviera sus pasos.— Actúas extraño.— Jimin suspiró.

— Te quiero. Y yo siempre, siempre, quiero estar muy cerca de ti.— tomó una bocanada de aire para seguir hablando.— Pero el ser mi mejor amigo, no te da el derecho de decirme a quién tengo que amar. Es como con hobi, ¿y si no me gustara tenerlo cerca?, ¿qué es lo qué tú harías?.— le preguntó.

— Creo que terminaría con él.— respondió Taehyung casi al instante.

— No, ¿ves?. No deberías hacer eso solo porque yo no quisiera que estuvieras con él.

Taehyung negó con la cabeza repetidas veces.

— No, no. Comprende minnie, esto no es lo mismo que con Jungkook y tú lo sabes.

— Okey, okey, escúchame Tae. Hicimos nuestras reglas a los seis años.

— ¿Qué estás diciendo?.— preguntó Taehyung confundido.

— Solo digo que yo amo a Jungkook.— respondió mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla.— Que lo quiero y lamento si eso te duele, y no sabes cuanto siento haberte mentido antes.— dijo sollozando.— Me equivoqué, pero te estaría mintiendo otra vez si no te dijera que lo amo con toda la fuerza de mi corazón.— tomó una pausa para tomar aire.— Y si tu no puedes aceptarlo...— se quedó callado por unos segundos, mirándolo fijamente a sus ojos.— Entonces... tal vez, no puedas ser parte de mí vida.

Taehyung sonrió sin gracia.

— Creo que puedes estar cometiendo un error.

— Y es mi decisión la que importa.

Taehyung sonrió.

— Es cierto. Te quiero demasiado minnie y siempre quiero que seas feliz. Así que, seguiré apoyándote en tus decisiones.— dijo extendiendo sus brazos en una clara invitación a un abrazo.

Jimin sonrió y se arrojó a los brazos de su mejor amigo.

— Gracias Tae.— y fue en ese preciso momento en el que le permitió a sus lágrimas correr por sus mejillas libremente. Unos segundos después se separó de aquel significativo abrazo.— O-okey.— dijo muy nervioso.— D-debo e-encontrarlo pero ahora.

— Tranquilo, daremos con él. ¿sí?.

— Okey, déjame avisarle a mi papá a donde vamos, ¿sí?.

— Te veo afuera en cinco y tu puedes manejar.

— Okey, gracias.— respondió Jimin muy feliz.

— Ya, ya, ya.— animó Taehyung para que su amigo pudiese ir a hablar con su padre.

Como ambos jóvenes habían acordado se reunieron nuevamente en la cochera, Jimin subió del lado del piloto, mientras Taehyung estaba en el lado del copiloto.

— Gracias por ayudarme con esto.— dijo Jimin con suma felicidad.

— De nada.

— Sabes, c-creo que lo más difícil fue ver la cara de Jungkook en el baile. Dios, ojalá se lo hubiera dicho ahí, pero sabes qué, no importa como se sienta ahora, yo voy a encontrarlo y a confesarle todo.

— Ya lo hiciste.— escuchó una gruesa voz.

Eso fue suficiente para alertar a Jimin, quien rápidamente giró a verle. Jungkook se había quitado la máscara del disfraz de Taehyung y le sonrió. Jimin se emocionó demasiado y dejó de ver el camino, Jungkook notó que se estaban desviando un poco.

— Oh, jiminssi cuidado.— le alertó. Jimin volvió al carril pero estaba muy eufórico.— Para el auto, para el auto.— pidió Jungkook.— Detén el auto ahora, por Dios, quieres matarnos.— añadió riendo.

Jimin rápidamente aparcó el auto y empezó a reír, luego ambos se encontraban riendo.

— No esperaba esto. No puede ser.— Jungkook sonrió.— Hola.— le saludo tiernamente.— Creí que te ibas a ir hoy a Harvard.

— Si, eso había planeado, pero decidí que tenía que verte una vez más antes de irme.— Jimin le miraba con una tierna sonrisa.— Entonces Taehyung subió a mi habitación y me lo contó todo.

— Y el clásico intercambio fue idea de él.— mencionó Jimin.

Jungkook rió.

— Sí, es un clásico de Tae, ¿no?.

— Si.— respondió Jimin con una gran sonrisa que logró que sus ojitos desaparecieran.