💋Capítulo 52💋

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Jungkook estaba paseando por la playa junto a Jin. Ambos chicos habían estado surfeando y al terminar decidieron caminar por la playa.

— Aún no entiendo porque terminaron peleando.— mencionó Jin.

— Creo que cuando nos mudamos todos juntos, todo se desmoronó. —Jin detuvo el paso.

— ¿Y entonces qué?, ¿te das por vencido?.— Jungkook le miró a los ojos.

— No me doy por vencido, solo... estoy cansado de pelear.— Jin golpeó su hombro suavemente.

— Entonces has algo al respecto. ¡Habla con él!, ¡o pelea por él!, ¡lo que sea!. ¡Carajos!.— soltó Jin alejándose de Jungkook.

Jungkook se sintió confundido por su actitud.

— Oye, espera.— le llamó. Jin le ignoró y siguió caminado. Jungkook apresuró el paso y lo tomó suavemente por el brazo.— Ya dime, ¿qué ocurre?.— Jin solo se limitó a mirarle con ojos acuosos.

Por otro lado, Jimin se encontraba junto a Eunwoo en la playa cerca de su trabajo.

— Entre mi familia, el trabajo y tratar de compensar a Tae después de mentirle sobre lo de la Universidad Nacional, siento que ando corriendo como un demente. En lo que respecta a vivir con Jungkook en Boston...— Jimin suspiró.— Woow, ¿cuánto tiempo tengo?.— preguntó con una sonrisa sarcástica.

Eunwoo le sonrió de vuelta.

— El tiempo que necesites.— Jimin rió genuinamente formando dos medias lunas con sus ojos.— Eres muy lindo.

— Oye, ¿qué pasa?.— preguntó Jungkook acercándose a Jin.

— Solo vete.

— No, no me voy a ningún lado. ¿Qué sucede?.— pequeñas lágrimas recorrían las mejillas de Jin.

— Son mis papás, es que... ni siquiera quieren intentar enmendar las cosas, solo quieren separarse. No sé, uno ve todos los problemas, escucha las peleas. Pero aún crees que van a hallar el modo de resolver las cosas.— suspiró.

— Oye, ¿qué tal si vuelvo al final de tú turno?.— preguntó Eunwoo.— Seguiremos hablando.

— ¿En serio?.— preguntó en un susurro.

— Claro.— Eunwoo le sonrió tiernamente.

Jimin rió, tenía los ojos bastante rojos.

— Okey, eso me gustaría.

— Mírame, soy un doncel de veintitrés años y estoy llorando porque mami y papi se van a separar.— dijo Jin.

Jungkook negó con la cabeza.

— Basta.

— Cielos, me siento súper patético.— sollozó.

— No tienes que hacer eso.— Jin le miró.— No conmigo.— ambos se sonrieron.

— Ay no, ya debería volver al trabajo.— mencionó Jimin, levantándose. Detuvo el pasó y se acercó a Eunwoo dándole un cálido abrazo.— Gracias.— Eunwoo le sonrió y le correspondió gustoso.

— Ven acá.— dijo Jungkook, jalando suavemente a Jin por los hombros para darle un abrazo.

Jin se dejó hacer.

Ya era de noche y Jimin recién llegaba a casa, una hermosa y suave melodía se escuchó por la planta baja de la casa.

— ¿Hola?.— preguntó.

Al no recibir respuesta, fue a la sala, que era el lugar de donde provenía aquel sonido.

Jungkook se encontraba cerca de la rocola, luciendo como naturalmente le salía, hermoso.

— Hola, ¿me concede está pieza?.— Jimin se sintió nervioso.

— ¿Jeon Jungkook quiere bailar?.— preguntó con una sonrisa.

— Sí, si gustas.

Jimin se dirigió a su dirección, Jungkook lo acompañó dando tres precisos pasos. Estando así, uno frente al otro, la diferencia de alturas era bastante notoria.

Ambos se miraron a los ojos, Jimin pasó sus manos y las posó justo en la espalda de Jungkook, recostó su cabeza sobre su pecho, quería sentirle cerca. Necesitaban esa cercanía. Jungkook por su parte, colocó sus manos detrás de la espalda de Jimin, por ello reteniendo los brazos de Jimin debajo de los suyos. Unos minutos después, Jimin se separó de su pecho y le miró a los ojos.

— No me gusta pelear.

— Ni a mí...— respondió Jungkook.— Pero pelearé por ti.

— Y yo también por tí.— susurro Jimin.

Ambos se miraron y fueron acercándose de a poco hasta unir sus labios en un beso tierno pero al mismo tiempo apasionante.

Eunwoo desde afuera de la casa, vió aquella escena. Suspiró. No tenía mucho que hacer, así que se marchó de vuelta a casa.

Con el pasar de los segundos, aquel beso se volvió demandante, la pasión se desbordaba, era incluso palpable. Sus cuerpos empezaron a sentirse calientes y ambos sabían que ocurriría a continuación.

Las manos de Jungkook se dirigieron a las piernas de Jimin, levantándolo y así obligándolo a colocar sus piernas alrededor de su cintura, mientras se comían sus labios.

— Ah...— Jimin jadeó bajito, tomó a Jungkook por la nuca obligándolo a estar más cerca.

Jungkook como pudo camino en dirección a su habitación, subiendo las escaleras con Jimin en brazos, estrellándolo contra la pared a un lado de la puerta de su habitación. Empezó a besar el cuello de Jimin dejando tiernas caricias a su paso. Jimin mantenía la boca entreabierta soltando pequeños jadeos.

Abrió la puerta y con su pie la cerró rápidamente. Camino hasta la cama que compartirían, donde lo colocó delicadamente. Jungkook empezó a desvestirse frente a Jimin, quien le miraba con mucho deseo, pasión y hambre.

— Vamos desvístete jiminssi.— pidió.

Jimin juguetón mordió su labio inferior y obedeció, todo sin dejar de mirarle.

Una vez estuvo desnudo, se acercó a Jimin dándole un fogoso beso, rápidamente separándose de él fue a su mesa de noche por un condón y lubricante. Lo preparó y al cabo de unos minutos notó que Jimin ya estaba listo.

— V-vamos k-kookie. E-estoy listo...— susurró como pudo.

Jungkook volvió a besarlo desesperadamente. Amasando su trasero a su gusto, mientras Jimin se movía sensualmente debajo de él. Jungkook alineó su pene en la entrada de Jimin, y así fue entrando de a poco.

— A-aagg.— gimió Jimin sintiendo la intromisión.

— Joder si.— dijo Jungkook extasiado, al sentir como el esfínter de Jimin le apretaba el pene.

Jimin movió sus caderas, para así autopenetrarse.

— Aaagg, muévete kookie.— Jungkook empezó un suave pero preciso vaivén. Jimin quería más, y estaba dispuesto a conseguirlo.— ¡A-ah!.. aagg m-más rápido...

Jungkook finalmente salió de él y lo alejó, dejando a Jimin desconcertado, pero rápidamente lo tomó y lo giró, dejándolo boca abajo, con su trasero bastante inclinado, dándole una gloriosa, majestuoso y apetecible vista.

— Joder sii...— lo nalgueó.

— Aaaggg... sii... más...— pidió Jimin. Jungkook tomó fuertemente sus caderas y de una sola estocada entró nuevamente en él, dando en su punto dulce.— Aahh...— Jungkook lo tomó por su cabello mientras lo embestia con mucha fuerza y precisión, una, y otra, y otra, cada vez más fuerte. Sus ojos empezaron a lagrimear por todo el placer que estaba sintiendo.— J-joder sí. Así. ¡A-ahg!.— gimió Jimin.


El Stand De Los Besos - [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora