💋Capítulo 22💋

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— Dijo algo sobre la regla 18 o algo así.— mencionó Jungkook.

Jimin sonrió al recordarla, "Estar siempre alegre por los éxitos de tu mejor amigo." Si que era un clásico de Tae.

— Gracias por quedarte un poco más.— habló Jimin.

— Tenía que verte apagando las velas de tu pastel.

— Si. Feliz cumpleaños a mí.— Jungkook sonrió.— ¿Y qué pasa con Harvard?.

— No quiero hablar sobre eso ahora.— Jimin asintió.— Aunque si quiero saber que era eso que tú querías decirme.

Jimin sonrió y suspiró.

— Estando aquí, delante...— miró a su alrededor.— De nadie en particular.— sonrió.— Debo decirte que... te amo.

— Y yo te amo a ti.— respondió Jungkook con una tierna sonrisa.

Ambos chicos bajaron del auto y caminaron un poco por aquel lugar donde compartieron su segundo beso. Estaban de pie uno frente al otro, en un tierno y romántico momento. Andrew aquel vigilante que los había pillado aquella vez, se encontraba haciendo sus guardias, cuando notó la presencia de dos personas en aquel lugar. Enfocó un poco la vista y al notar que se trataba de Jungkook y aquel joven de la vez pasada, sonrió y siguió su camino. Jimin y Jungkook compartieron un tierno beso en aquel lugar.

Las siguientes semanas antes de que Jungkook se fuera a Boston pasaron cada minuto juntos, hasta el último segundo que tuvieron.

Esa mañana antes del vuelo, Jimin se había despertado muy nervioso, saber que el chico por el que estuvo enamorado tanto tiempo se estaría alejando de él le aterraba. Pero lo que menos quería era tener que preocuparse y mucho menos preocupar a Jungkook.

Se levantó, arregló y fue a casa de los Jeon. Al llegar todos estaban despidiendo a Jungkook, inclusive Taehyung quien se había levantado temprano un fin de semana.

— Hola.— saludo Jimin.

— Hola pequeño.— habló Yugyeom acercándose a Jimin a darle un abrazo.— Me alegra verte.

— Hola minnie. Es bueno verte.— dijo está vez Jaewon dándole un abrazo.— Bueno querido, ¿ya estás listo?.— preguntó a su esposo.

— Sí, pero déjame despedirme una vez más de kookie.— dijo acercándose a su hijo mayor.— Ay kookie, no puedo creer que ya no estarás a nuestro lado.— dijo con tristeza.— Sabes que te amamos demasido. Pórtate bien haya, estaré visitándote cada que pueda, ¿bien?.

— Sí, está bien mamá.— respondió dándole un abrazo.— Te amo mucho.— Yugyeom le correspondió inmediatamente mientras sollozaba bajito.

Jaewon se acercó a su hijo para junto a su esposo darle un cálido abrazo.

— Te amamos hijo, cada que tengamos tiempo y podamos te visitaremos, no tengas duda de ello.

— Con lo insistente y persistente que es mamá, es obvio que irán seguido.— comentó Taehyung quien entraba nuevamente a la sala, ese comentario sacó sonrisas a todos a excepción de Yugyeom.

— Tú no hables.— le señaló.— No podrías entenderlo. Aún no tienes hijos.

— Así es.— apoyo su padre, mientras le guiñaba un ojo a su hijo.

Taehyung rió.

— Hola minnie.— dijo dándole un abrazo.

Jimin no dijo nada, pero correspondió gustoso el abrazo.

— Bueno cariño, ahora si tenemos que irnos o se nos hará tarde para la reunión.— mencionó Jaewon.

— Bien, kookie, te cuidas muchísimo.— le dió un último abrazo con sus ojos acuosos. Jungkook le abrazo fuerte, su padre doncel era muy sensible y vulnerable en ese tipo de situaciones.— Te amo.— suspiró y se alejó de él.— Bueno minnie y tae, nos vemos al rato.— mencionó luego.

— Oh vamos, ¿y mi abrazo?.— preguntó Taehyung.

Yugyeom le juzgó con la mirada.

— No qué estabas grande para eso.— mencionó levantando una ceja.

— Sabes que bromeaba.— respondió acercándose a darle un abrazo.

Yugyeom lo acepto.

— Lo sé.— dijo bajito.— Se cuidan.

— Nos vemos luego chicos.— habló Jaewon quien ya se encontraba en la entrada de la casa esperando por su esposo.

Los Jeon salieron dejando solos a Jungkook, Taehyung y Jimin. Taehyung miró por unos segundos a su hermano.

— ¿Ya estás listo?.— le preguntó.

— Sí, solo esperaba por jiminssi.— Taehyung asintió.

— Ten un buen viaje.— mencionó con fingida indiferencia.

Jungkook rió, conocía a su hermano.

— ¿No piensas acompañarme?.— Taehyung bufó.

— Obvio no.— le miró y sin poder evitarlo lo abrazo.— Te voy a extrañar, pero por supuesto que sobreviviré sin tí. No hiciste más que solo perturbar mi existencia.

— Sí, como digas.— respondió pellizcándolo.— También te amo.— Taehyung sonrió.

— Y yo a ti.— miró a Jimin.— Bueno, minnie te encargo que llegue al aeropuerto.— Jimin sonrió.

Jungkook tomó sus cosas y junto a Jimin fueron en motocicleta al aeropuerto. Una vez allí Jimin empezó a sentirse mucho más nervioso de lo que pudo imaginar.

— Buen viaje.— dijo secamente.

— Espera jiminssi. No lo digas así.— Jimin le sonrió, estaba vulnerable.— Te veré pronto y tú puedes ir de visita, haremos que funcione.

— Jungkook silencio.— le sonrió.— Ya no digas nada. Solo quiero que estemos juntos unos segundos más.— Jungkook  rió.

— Si que eres lindo cuando eres mandón.— Jimin sonrió con tristeza.

— Y no te des la vuelta para un último adiós.— tomó una pausa.— Eso sería demasiado cursi, incluso para mí.

Jungkook le miró y se acercó a darle un beso, Jimin le correspondió y no pudo evitar que una pequeña lágrima se escapara. Ambos jóvenes unieron sus frentes por unos segundos. Se miraron a los ojos, Jimin rió nerviosamente y Jungkook le dió un beso en la frente.

— Okey.— dijo Jimin cortando el abrazo.

Jungkook le miró, tomó su bolso de mano y luego le sonrió.

— Adiós.— dijo en un susurro y así camino a las escaleras en dirección al puente de abordaje.

Fue ese momento en él que Jimin aprovechó para dejar salir unas lágrimas más. Pensaba de manera positiva y de que su relación con Jungkook podría funcionar. Era lo que más esperaba.

Jungkook al llegar al segundo piso detuvo sus pasos. Hizo ademán de girar, pero no lo hizo. Y eso le hizo pensar a Jimin en que tal vez no fuese así y su relación podría acabar.

Asintió y sonrió con melancolía y salió de aquel lugar, camino con su corazón vulnerable. Seguía pensando en que por mucho que lo deseará, las cosas no podían quedarse así para siempre, pero sabía que había una parte de él, que siempre le iba a pertenecer a Jeon Jungkook. Una pequeña parte de su corazón, que siempre iba a ser de Jungkook, y de repente sintió que por primera vez, todo parecía posible.

Sonrió, subió a la motocicleta de Jungkook, la encendió y sin más emprendió camino de regreso a casa.

Todo le parecía curioso, porque pensaba en que todo eso había pasado, gracias a un puesto de besos.

El Stand De Los Besos - [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora