Capitulo 4: "Dicen que la tercera es la vencida"

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No volví a pensar mucho en el chico, hasta que me lo encontré de nuevo en el parque, pero esta ves con mi hermano, Luis y sus amigos, no con mis amigos de siempre y me dijeron...
- queremos presentarte a un nuevo amigo.
Y sorpresa, el nuevo amigo era el guapo de Gabriel.
(que oigan, yo sé que no lo había mencionado, pero es que entre más cerca se veía mejor)

Básicamente, nos conocimos 3 veces en diferentes circunstancias.

Nos presentamos de nuevo y realmente no hubo mucha interacción, el es un año mayor que yo, pero se acerca más a mi edad que todos los demás.

Nos dirigimos a casa de Gabriel, ya que como les comenté el vive en la colonia y nos contó que casi siempre tiene casa sola, ya que sus papás viven en Estados Unidos, al parecer se encuentran trabajando y cuidando a sus abuelos, entonces el a sus cortos 16 años vive solo con su hermana mayor en san Luis, lo cual al inicio pensé "que divertido ha de ser", ya que su hermana Isabela casi nunca se encontraba en casa aunque realmente no sabía lo que significaba estar y sentirse solo.

Cuando llegamos ahí ordenamos Mc Donald's, Gabriel fue el encargado de ordenar, a mi me encantan los nuggets pero solo si es con la salsa bbq que los acompañan y claro que especifique que quería la salsa.

Mientras esperábamos, pusimos música en la tv, estábamos en el jardín, la casa es grande y hermosa, con un patio amplio y ahí afuera tienen un toldo, con una mesa, tele y luces, que hace que el lugar se vea demasiado lindo y especial.

Cuando al fin llegó la comida, ¿qué creen?
A Gabriel se le olvidó especificar (aunque se lo repetí) que quería mis nuggets ¡con la salsa!
No les puedo negar que me encontraba molesta, tenía hambre y siendo sinceros el hambre me pone de mal humor y me hace sentir mal, estuve esperando con ansias mis nuggets para esto... pero no podía reclamar, todavía no podía enseñar ese lado de mi... que mala primera, bueno tercera impresión.

Solo le regalé una mirada con una sonrisa a medias y aún así le agradecí por haber echo el pedido.

Comimos, mientras convivíamos compartiendo cada uno un poco de nuestras vidas, no fue muy íntimo pero traté de escuchar con atención y también me sentí escuchada, disfruté el momento.
Encontré al chico muy agradable, un poco torpe, pero lindo.
Y como todo tiene que llegar a un final, llegó la hora de irme.

Para este entonces aún no tenía la capacidad de imaginarme cómo empezaría a cambiar mi vida gracias a el y lo mucho que se podía querer a alguien, pero pronto lo descubriría.

Tu, mi pequeño gran amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora