Capitulo 7: "Mi mejor amigo"

77 2 0
                                    

Poco a poco, ¡te fuiste convirtiendo en mi mejor amigo!

Cada vez te ganabas más mi confianza, nos contábamos nuestros secretos y nos divertíamos juntos, a veces en grupo y solos tú y yo también.

Cada que iba de visita a la colonia, te buscaba, solemos caminar en el parque, pasear a tu perro, Paolo...
A veces sacábamos a nuestro niño interior y hasta jugábamos en los juegos, me paseabas en los columpios y ¡la pasabamos increíble!

Solías invitarme mucho a tu casa, pero eso si, siempre cuidabas mucho que no estuviera tu hermana en casa, nos encantaba ver películas, me enseñabas a jugar videojuegos, eso después de cocinarme, normalmente puras maruchan porque tenías refri de "estudiahambre" pero también te encantaba cocinar huevos
(por no decir que era la única otra cosa que sabías cocinar)
y tenías una manera muy peculiar de romperlos... rompías los huevos golpeándolos con tu cabeza, lo hacías siempre para impresionarme y la verdad comíamos muy rico y nos acostábamos en el jardín o la sala a platicar también.

Un día estábamos sentados cuando un amigo me llamó, comenzó a alagarme demasiado como queriendo coquetear, estaba en altavoz y al voltear a verte, tenías una expresión un tanto molesta... al colgar, te pregunté si estabas celoso a lo que decidiste evadir la pregunta y yo también decidí ignorarlo aunque si me quedé pensándolo un rato más.

Recuerdo perfecto un día que estábamos paseando a Pao y regresamos a casa... y mientras intentábamos subirlo por las escaleras, (ya que el solía alojarse en la terraza) llegó Isa, tu hermana a casa... tanto que cuidabas que no nos encontráramos... yo moría de la pena.
Me quedé en medio de las escaleras, plasmada y solo recuerdo que se me quedó viendo y me dijo:
- ¿subes o bajas?
A lo que yo me quedé pensando y contesté
- bajo...
Y me quité porque le estaba estorbando a ella para que subiría.

Creo que a tu hermana no le agradó el echo de que tuvieras a una niña dentro de casa... porque subió a hablar contigo... y me empezaste a decir que si mejor salíamos al parque, yo estaba muy apenada así que decidí mejor irme sola, ya que si me sentí corrida.

Pero el punto es que te convertiste en mi mejor amigo, tal ves no habría nada más, solo nos quedaríamos así y la verdad no me quejo, me encantaba ser tu mejor amiga... que me celaras y cuidaras, pero que también me respetaras y cuidáramos la amistad... no se que nos depare el futuro, pero por lo pronto,
¡Todo era perfecto!

Tu, mi pequeño gran amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora