Capitulo 13: 13 de febrero del 2022

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Hola de nuevo, escribo este capítulo desde el lugar de los echos, bueno la mayoría de ellos, en "el parque de los recuerdos" (al menos así me gusta llamarlo a mi)... y mientras lo hago, revivo cada momento, cada risa, cada lágrima, discusión, cada roce, cada abrazo y cada beso que hemos vivido en este preciso lugar donde estoy sentada ahora escribiendo esta historia.

Ahora bien, ¿qué pasó el 13 de febrero?
Sin entrar mucho en detalles,
un día antes de el día del amor y la amistad...
Viví una experiencia, inigualable, inolvidable y casi inexplicable que se quedará marcada en mi corazón e incluso en mi cuerpo de por vida...

Nos encontrábamos juntos, solos reflexionando de la vida en la habitación... mientras platicábamos comenzaron los roces, un fuerte abrazo... de un beso pasamos a muchos besos más... se percibía una química impresionante, el cuarto fresco pero cálido, con un clima agradable.

Realmente por mi mente pasaban muchas cosas, la inseguridad, el echo de tenerlo ahí, solo para mí... me daba un poco de angustia e incluso un poco de incomodidad cuando de repente comencé a sentir sus manos rozando todo mi cuerpo y ahí mi mente solo se calló, solo vivía el momento, dejándome llevar de la emoción de estar ahí con el, lo mucho que lo deseaba desde hacía ya tiempo.

Poco a poco, nuestras respiraciones comienzan a agitarse, pero la seguridad con la que rozaba mi cuerpo, con lentitud y delicadeza, me hacía sentir tan cómoda en sus brazos.

Una cosa llevo a la otra y mi mente estaba en blanco, ninguna preocupación la perturbaba... solo sentir el placer de estar a su lado me bastaba.

Lo único que percibía en esos momentos, lo único que realmente me importaba era que cada vez que parpadeaba y volvía a abrir los ojos podía verlo arriba de mí a una distancia considerable, su mirada vibrante haciendo contacto visual con la mía y sentir esa conexión a través de nuestras miradas, como si estuviera desnudando mi alma con su mirada fija en la mía y después de unos segundos sacando una pequeña sonrisa de ambos, tierna y sincera, sentir como su cadena colgaba de su cuello y un tanto fría rozaba en mi pecho, causándome un poco de escalofríos.

Ese día sentí como si nuestra alma y nuestro cuerpo se conectaran, como amantes pero también como amigos, con confianza y risas.

El roce de tu cuerpo con el mío me causaba un poco de cosquillas y de tanto moverme de pronto golpee con el respaldo de la cama, escuchaste el golpe y te detuviste a preguntarme
- ¿si estaba bien?
Al darte cuenta que si... los dos reímos dejando de lado el incómodo momento que pensé que pasaría.

Fue un momento mágico... y ya me encontraba ansiosa de saber cuál era el siguiente capítulo en nuestra historia de amor.

Tu, mi pequeño gran amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora