Capitulo 10: "From friends to lovers"

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Desde que éramos mejores amigos solías mencionarme que tu no buscabas una relación seria, le sacabas la vuelta al compromiso de tener una pareja... me di cuenta que no eras muy bueno expresando sentimientos ni con la responsabilidad afectiva.

Pero de repente insinuabas que no estaría mal tener un free (que básicamente significa ser como "amigos con derechos")

Unos días después de nuestro primer beso, volvimos a vernos y decidimos hablar de lo que había pasado, abierta y maduramente.

Ahí tú me expresaste que si queríamos seguir besándonos, (que claramente se veía que queríamos seguir haciéndolo) querías que fuéramos exclusivos... en ese momento, me quedé pensando y finalmente concluí que si me gustabas, pero aún no estaba perdidamente enamorada de ti, no quería perderte, ni tu amistad ni la idealización de un futuro contigo fuera como fuera, entonces acepté.

Fueron unos meses maravillosos en donde empezamos a conocernos más a fondo de una manera diferente, más sincera, íntima y real.

Comenzamos a mostrar nuestro lado vulnerable el uno con el otro.

Pero tú seguías escondiéndome de tu familia, lo cual dolía, ya que tú conocías a la mía y esta ya sospechaba de lo nuestro... el mirar el celular sonriendo, el regresar a casa como volando en las nubes, extremadamente feliz y torpe, el sonreír al escuchar tu nombre... eran señales claras de mi parte.

Nuestra relación era básicamente una amistad cariñosa... comenzaste a enseñarme muchas cosas que yo no sabía, sin siquiera darte cuenta de todo lo que comencé a aprender de la vida a tu lado y creo que al ser tan parecidos pero tan diferentes a la vez, yo también te enseñaba muchas cosas.

Nuestras citas eran casi todas en el parque, en la banca que les conté, la cual terminamos apodando "la banquita del amor"

No te voy a negar... que pasaron los primeros meses tan rápidos y tan intensos, era increíble mi tiempo a tu lado y cada vez pasábamos más tiempo juntos pero la incertidumbre y la inseguridad no dejaban de dar vueltas en mi cabeza...

Comenzaron a surgir en mi las preguntas de:
¿Por qué no se decide por mi?
¿Por qué no me quiere para algo serio?
¿Será que cree que no soy la indicada para el o no le gusto del todo?
Tal ves me querías pero yo ya comenzaba a amarte, aunque aún no me atrevía a expresarlo.
Y eso dolía... sentir que yo ya te quería más de lo que tú a mí.

Aún no lograba que te abrieras del todo conmigo, sobretodo sentimentalmente, llevábamos mucho tiempo relacionándonos y aún así sentía como si casi no te conociera.

La emoción de verte, los nervios al estar contigo... el sentir tus labios junto a los míos, tus brazos rodeando mi cuerpo, las risas, las confesiones, las miradas de amor donde se me comenzaban a dilatar las pupilas al verte y a ti te sacaba cierto brillo en tus hermosos ojos... son momentos que se quedarán grabados por siempre en mi memoria.

¿Acaso me estaba enamorando de ti?
Moría de miedo... no lo puedo negar, ¿Cómo podía entregarme al chico que me advirtió que no me ve como su novia?
Comencé a tener dudas, dudas que me debieron servir de advertencia para no seguir con algo que podía dañarnos a largo plazo, no fue la mejor manera de empezar una relación pero yo estaba dispuesta a arriesgarme, a darlo todo, nunca lo había echo pero tú no tenías que convencerme, simplemente sentí que eras diferente, creo que eras el indicado.

Tan solo teníamos 15 y 16 años, éramos tan pequeños para sentir tanto... nadie nos enseñó a amar, fuimos nosotros mismos siendo maestros el uno del otro.

Tu, mi pequeño gran amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora