Hoy llegué tan cansado de trabajar, pero tan cansado que solo quería llegar a mi cuarto; tomar un baño (llorar en la ducha) luego acostarme y dormir, pero al llegar y ver a mi madre afuera, me hizo sentir que todo estaba bien, que no importaba que tan duro haya sido mi día, tenerla a ella me da vida, me da fuerzas y me dan ganas de seguir. Y entonces pensé en lo afortunado que soy en llegar a casa y poder escucharla reír, sentir su cuerpo cálido al momento de darle un abrazo, al ver sus cachetes rojos cuando sonreí, al decirle te amo siempre que puedo y escuchar un "yo más" de su parte, en levantarme en las mañana y ver un mensaje en el grupo familiar deseando buenos días o diciéndome que me dejó desayuno hecho. Lo agradecido que estoy con Dios por poder levantarme todos los días y escucharla desde lejos hablar fuerte y saber que no importa en que país esté, que no importa en que momento de mi vida me encuentre, que debo enfocarme en lo que es esencial para mi, en ella. En lo maravilloso que es ser amado y mimado por esa mujer. Soy tan jodidamente bendecido, soy infinito porque la tengo an ella.