Deja atrás la tecnología, el trabajo, las deudas y todo lo material, ve con tu familia a un lugar humilde, puede ser un río o un campo, no tiene que ser un restaurante lujoso donde van las personas a mostrar su dinero, ve y pasa tiempo con tu familia, disfruta con ellos y verás que el dinero no da la felicidad, que esos maravillosos momentos no tienen precio, vive los y disfruta los al cien, porque no podrás tomar les fotos, porque lo bueno de la vida no queda plasmado en una imagen, queda plasmado en ti.