Y la noche era fria, una oscuridad absoluta invadía mis ojos, no habian estrellas, ni siquiera la luz de la luna, todo estaba tan tenue, así como mi alma. Aunque no siempre fue así (oh maldita sea, como me duele recordar esos momentos de alegría, de los que hoy solo quedan recuerdos, recuerdos que me lastiman tan profundamente.) En esos tiempos en que mi rostro sostenía esa sonrisa tan llena de vida. (como quisiera poder sonreír ahora mismo como lo hacía anteriormente, pero ya no puedo, no poseo alegría ni felicidad alguna, todo lo que me rodea se convierte en negrura, todo es tan opaco y sin brillo, tan lleno de dolor.) Cuando tenía todo a mis pies, aun recuerdo esos momentos cuando le besaba con tal fervor que sentía quemarme, cuando sus labios tocaban los mios y como danzaban al ritmo de nuestra pasión, y como sus dientes mordían mis labios y me llevaba al éxtasis total. Todos son dolorosos recuerdos, en mis labios solo queda el deseo de volver a besarle, en mi cuerpo el anhelo de poder tocarle y en mi alma la esperanza de que tal vez, en alguna vida (no muy lejana) podamos ser nuevamente amantes, amigos y sin duda alguna enamorados. Mis pupilas empiezan dilatarse, las lágrimas están empezando a bajar por mi cachetes, están tibias (así con eran sus besos.) No puedo detenerme y empiezo nuevamente a llorar, han pasado tanto tiempo desde que lloro que no recuerdo cuando empezó todo éste tormento, mi habitación se hace acogedora, mi cama calida y mi almohada como siempre mi fiel confidente y testigo del inmenso dolor que habita en mi corazón; mi la labios tiemblan al igual que mis manos, mi cerebro me hace pensar que el suelo también lo está haciendo, pero no es así, es solo una ilusión causada por culpa a mi tristeza, muerdo mis labios tratando de evitar que se muevan tanto, lo hago tan duro que sin darme cuenta está brotando un líquido rojizo, a eso que llamamos sangre y que sin duda es vida, pero para mi no tiene significado alguno, pues lo único que me da vida son los recuerdos y así como me reviven me matan, es agonizante todo lo que está sucediendo. Me recuesto, con la esperanza de poder dormir y descansar un poco, pero no logro conciliar el sueño, en mi mente pasan tantos recuerdos; son tantos que pienso que algunos ni siquiera son verdaderos y que es otro truco de mi mente, sigo con la vista perdida, el techo de mi cuarto está dando vueltas, todo gira a mi alrededor y siento que estoy dando vueltas y que caeré en la oscuridad, mi cuerpo se pone pesado y no logro moverme, tal vez debí comer ayer u hoy, tal vez así tuviese fuerza, pero ya no hay caso alguno de pensar en ello, mis ojos se van cerrando, llega la oscuridad total, aunque mis ojos están cerrados las lágrimas no se detienen, sin darme cuenta caigo a el sueño profundo del cual espero no regresar.