Estaba roto de tantas formas que no eran aún capaz de ser consciente de ello. Pero ¿como iba saberlo? Yo siempre normalice todo, siempre intente comprender la naturaleza humana y sus infinitas actitudes y actos. Creo que todo estaba bien, creí que siempre habría una razón para todo y por tanto era justificable; creí en tantas cosas que incluso olvidé creer en mi, creer en mis deseos y en mi amor propio. Olvidé creer en cuánto respeto me merezco, en ver y valorar todo lo que he hecho. He llegado hasta aquí por mi cuenta, he luchado inalcanzablemente por lograr mis objetivos y peor aún, lo he hecho muchas veces solo y ni así me doy el amor que merezco. Quiero cambiar todo lo que me hace daño, quiero dejar de creer que alguien me lastima porque fue lastimado y está bien entender esa persona por ello, y que está mal de mi parte enojarme sin siquiera pensar en esa persona. Ya no quiero pensar en los demás, ya no quiero justificar ni entender las acciones, comentarios y opiniones de una persona si eso me lastima. Aunque por otro lado no quiero desgastarme discutiendo por cambiar a alguien pues tal vez su vida y crianza fue diferente y por tanto piensa así. Jajaja no puedo creerlo, lo acabo de hacer nuevamente, acabo de justificar una acción imaginaria. Ya no sé qué hacer conmigo, ni con esta cabeza que sobrepiensa todo, que es como si tuviera múltiples pensamientos y como si cada uno fuese de un ser diferente.