Primer día en Atlas

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Al día siguiente, Vent se levantó de golpe. Su mente le hizo revivir el momento en que Albert lo mato...

La sensación fantasma del impacto en su pecho, era algo que no se había ido... estaba ahí aún. Es más, jura que tras todo lo que ha pasado... es una añadidura a sus traumas que debe de afrontar día a día.

Miró el reloj que digital que tenía al lado de la cama, eran las 5 de la mañana...

-Que temprano... - Se sobo la cabeza. – Aunque se me fueron las ganas de dormir. Me pregunto si la cafetería está abierta.

-Lo está. Te recomiendo los pancakes. Son muy ricos.

-Ah, gracias Penny. – Vent agradeció a la chica que estaba al lado de... la cama... un minuto... - ¿¡Penny!? ¿¡Qué estás...!? ¿¡Cómo has entrado!?

-Oh. Sólo abrí la puerta con el control maestro. No es tan difícil.

Vent miró a la chica robot con un tic en el ojo. Se nota que ella no conoce de la privacidad. Se sobo los ojos con sus dedos y...

-¿Por qué viniste a mí en vez de ver a Ruby y su equipo...?

-Pues pensaba hacerlo. Pero... cuando cruce está puerta oí quejarte en sueños. – Penny lo miró con tristeza. – Pensé que... tenías una pesadilla.

Vaya que la tuvo. Lo peor, es que... que lo que sueña pasó de verdad. Tiene la cicatriz para demostrarlo. Parece que se acostumbró mucho a dormir con alguien para que las pesadillas no lo ataquen.

Se sobo los ojos. Rayos, el sueño le regreso.

-¿Todo bien? – Penny le preguntó y se oía preocupada. Si algo entiende, es que está chica tenía un corazón de oro... aunque era un robot.

-Algo... malos sueños. Y peor, me regresaron las ganas de dormir. – Vent se sinceró con ella. – Aunque no quita que dormir solo no ayuda.

-Oh. Entonces deja que me quede contigo mientras duermes. – Penny dijo ello con suma inocencia.

Vent de sobo la nuca, su tic nervioso. No quería abusar de la bondad de Penny, pero... no le ve lo malo. Y ella se ofrece. Quedan unas 3 horas para que todo mundo despierte.

Asintió y Penny sonrió muy feliz. Él se acomodó en la cama para volver a dormir, sólo que esta vez ella levantó las sábanas y se acostó a su lado.

Él pasó a verla con una ceja alzada.

-Listo, a dormir. ¿Deseas que te cuente ovejas? Oí que es la mejor manera de conciliar el sueño.

-No... así está bien... - Vent sintió sus ojos cerrarse.

No sabe si es porque alguien estaba a su lado para dormir o era el calor que ella emanaba de su núcleo, pero el suelo regresó y lo atrapó rápido.

Penny se le quedó viendo tras dormirse. Sonrió sin entender porque. Es más, ella alzó una mano... le quitó unos mechones que llevaba en la cara. A la vez que... sentía el tacto de su mano con la piel de él.

Al hacerlo, sintió la diferencia al tacto. Y eso la hizo entender aún con más claridad que ella era diferente a él... a sus amigos. Ella no estaba viva en el estricto sentido de la palabra.

El contacto físico no le daba nada más que una sensación de que tocaba algo, más no calor o frío. Para ella, todo se sentía igual.

Lo sabe, y a veces desearía haber nacido normal. ¿Qué se sentirá al dar un abrazo siendo un ser de carne y hueso?

...

La alarma sonó y Ruby maldijo al padre tiempo de que no la deje descansar como se merece.

Miró de donde venía el sonido endemoniado, sólo para que note que el Scroll que sonaba la alarma, estaba en el escritorio lejos de su cama... demonios.

RWBY: ZX LegendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora