Color Chiffon: Entremés.

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Color Chiffon: Entremés.

● Levi Ackerman.

—Si tiene algo que le preocupe, yo podría hacer todo lo que pueda por ayudarle.

Historia me mira seriamente desde el otro lado de la mesa, con esa cara tan seria parece una niña hablando de política.

—No importa que sea, si solo necesita hablar puedo escucharle. —agrega.

Doy una risa sarcástica en cuanto a su comentario y luego me llevo la taza de café a los labios.

Miro hacia el computador que tengo en frente y golpeo las hojas que ella tiene.

—Mejor termina de hacer estos reportes.

—Lo siento, es solo que... luce un poco ansioso.

—Estoy ansioso. —corroboro. —Pero no es algo que te incumba.

Veo como se ha sonrojado, se hace pequeña en su lugar y revisa los reportes, pasa las hojas una tras otra, leyendo rápidamente su contenido, noto como sus pequeños dedos tiemblan, es como si tuviera frio.

—Alguien muy importante va a llegar en posiblemente unas horas. —dejo salir de repente sin dejar de mirar a la pantalla ni de teclear.

Ella alza la vista y parpadea, en señal de que no está segura de haber escuchado correctamente.

—¿Alguien importante? —vuelve a descansar las hojas en sus piernas.

En menos de tres párrafos cometo más de diez errores ortográficos, chasqueo la lengua y me vuelvo para mirarla.

—Si. Alguien importante.

—¿Eso le mantiene ansioso? Si es alguien importante debería estar feliz, es más debería preparar una bonita bienvenida. ¿No cree?

Niego rápidamente y frunzo el ceño.

No sé qué decir.

—¿Quién es? —pregunta.

"¿Quién es?"

Pienso que es una muy buena pregunta que no me había hecho y a la que no le había prestado la atención debida.

No puedo decir más que es mi hijo, eso dejo de serlo hace mucho rato, el titulo se caducó para siempre y con él nuestra unión. Así que, ¿De qué forma debo llamarlo ahora? ¿Un simple conocido? Creo que es mucho más que eso. ¿Un amigo? En realidad, hasta la pregunta es un poco tonta, ya que el adjetivo es demasiado grande, o tal vez demasiado pequeño para él. ¿Entonces qué?

—Alguien cercano, a quien no he visto en varios años.

Ella asiente, dando a entender que ha comprendido lo que he querido decir.

—Ya veo. ¿Y no cree que él también estar ansioso por verlo? No creo que encontrarlo trabajando sea lo mejor, más si no se han visto en años, tal vez... preparar algo sería una buena opción. Un pastel, una pequeña fiesta privada. —comenta juntando las manos y sonriendo.

—No lo sé, no creo estar seguro de que este ansioso, de hecho...

—Si usted está ansioso por su llegada entonces él también debe estar ansioso por llegar. —me interrumpe. —Si no, ¿Por qué vendría?

Desvió la mirada y vuelvo a enfocarla dentro de las líneas de la computadora, el marcador parpadeante que marca el final de una frase de negocios. Con un clic, los errores ortográficos desaparecen y se modifican.

—¿Una fiesta de bienvenida? —pregunto.

Ella asiente.

—Puedo ayudarlo si así lo desea. —me dedica una sonrisa animada.

Tinta de AcuarelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora