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Asa y Ruka caminaban hacia sus hogares con sus mochilas calcadas de los hombros, justo después de salir de clases

—¿Terminastes el experimento de  química? — hablo la mayor

—algo así, Pharita casi hace que el matraz me explote en la cara — río suavemente

—Pharita es caliente

—¿Vas a decir eso cada vez que la mencione? Párese grabadora

—¿lo dije en voz alta?

—Ruka, te la pasas gritándolo a los cuatro vientos esas tres palabras 

—lo siento, lo siento. Es que mirala, es guapísima, no puedo evitarlo 

—ajá. ¿Y que paso con Ahyeon?

—ella ya nos es caliente — hizo un mohín

—mmh, ¿lo dices porque ahora sale con Chiquita? — rió

—¿no? Tal vez un poco.  Bueno Ahyeon es linda, pero Pharita me gusta mucho mucho — dijo sonriendo — ¿y tu? ¿No te gusta nadie?

—no, nadie

—¿en verdad?

—nadie

—uhm... ¡Ah! Hay rumores de que le gustas a Shin Haram

Dejó solir una sonora carcajada

—¿de qué te ríes? — volvió a hablar

—es una tonteria, no le gusto

—¿y cómo sabes?

—pues lo se y ya, es imposible. Somos mejores amigas, ni siquiera es lesbiana

—¿ella te ha dicho eso?

—bueno, no exactamente pero-

—nada, si allá no te lo ha dicho entonces no puedes estar segura. Además, ¡hacen una pareja demasiado linda juntas!

—no, no le gusto. Además, no le gustan las mujeres

—le gustas, se nota. ¿Has visto como te mira?

—deja de decir eso, ¿cómo podría gustarle?

—si no le gustaras, no te acompañaria hasta tu casa siendo que la suya esta en dirección contraria

—ni siquiera lo hizo hoy, tonta

—mira, justo viene corriendo — dijo sonriendo

Asa volteó, encontrándose a Haram corriendo como si fuera en un maratón hacia ella

—bueno, me voy — se fue rápidamente por la calle siguiente

—¡Ruka! ¡Regresa! — la pelinegra se encontraba nerviosa. Su amiga la había puesto a pensar en sus palabras quería declarar esa idea de su mente

—Asa, te estaba buscando — dijo Haram, jadeando. Asa ahogo un grito por la sorpresa

—ehm... Lo siento, creí que ya te habías ido

—no importa, vamos — sonrió y comenzo a caminar con la mayor a su lado

Estuvieron algunos minutos en silencio, algo incomodo, puesto que Asa solía iniciar las conversaciones, y en ese momento solo podía pensar en lo que había dicho Ruka

—Unnie, Ruka me acaba de decir algo muy raro

—¿ah si? ¿Qué cosa?

—dijo que gustabas de mi en secreto — Rió tormemente — vaya estupidez, ¿cierto? 

—¿ah? No sabia que era un secreto

—¿qué?

—crei que todo el mundo lo sabia

—¿te gusto? — pregunto incrédula, viéndola a los ojos

—demasiado, es que, ¿te haz visto al espejo? Eres preciosa — regresó su vista al camino

— Haram, sabes que no soy lesbiana

—Asa, calmante. No te estoy pidiendo nada — volvió a ver a la pelinegra — Dios, ¿he logrado sonrojarte? ¡Te ves tan tierna!

—¡No-no! ¡Es el sol, si, el sol — toma los hombros de Haram y la giro para que viera el lado donde se comenzaba a esconder al enorme esterilla — ¿ves?

—Asa, ¿de que estás hablando? — cuando giro de nuevo se encontró con la figura de Asa alejándose a pasas veloces 

Bluch (Asarami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora