Estoy Perdida En El Azul De Tus Ojos. T2

¿solo fue un sueño?

Negan pone su mano en mi muslo y lo acaricia, mi piel se eriza con ese toque tan imprevisto. Puse mi mano en la suya y la subí por debajo de mi vestido para que este en mis bragas.

— Anne...

— Tócame — susurro.

Sus dedos me tocan por encima de mi ropa interior y suelto un pequeño jadeo. Luego, hace a un lado mi bragas y me toca como es.

Hace círculos sobre mi clitoris. Muerdo mi labio inferior. Separo más mis piernas y gimo bajo.

— Estas muy mojada — susurra.

Esparce mi lubricante natural y gimo. Introduce lentamente uno de sus dedos, mi cuerpo se sensibiliza con su toque. Suavemente lo mueve de adentro hacia afuera. Mis manos se apretan a la silla y ahogo mis gemidos.

— Negan... — gimo — Más...

La alarma de mi celular me hace abrir los ojos y suelto un suspiro mirando a mi alrededor, estoy en mi oficina.

¿Pero que carajo fue ese sueño con Negan?.

Miro la hora y frunzo el ceño. 6:12 de la mañana. Lo que recuerdo fue después de ver la película tuve que venir aquí a arreglar unos papeles y me quede dormida.

Pero entre Negan y yo no paso nada, bueno, todavía no.

Me paso una mano por el cabello, apartándolo de mi rostro mientras intento ordenar mis pensamientos. La sensación de calor y cercanía aún persiste en mi piel. Me pongo de pie y salgo de la oficina para luego entrar en la habitación.

Por suerte tengo ropa aquí. Me quito la que ya tengo puesta y entro en el baño.

El agua caliente cae sobre mi cabeza, envolviéndome en su confortante abrazo y ayudándome a despejar mi mente de los pensamientos persistentes sobre el sueño con Negan. Cierro los ojos, permitiendo que el agua elimine cualquier rastro de confusión o deseo que haya quedado de ese encuentro onírico.

Malditas hormanas.

Tome un buen baño, me puse un pantalón elegante, color negro. Una camisa blanca y una chaqueta.

Abro la puerta y sonrio al ver a karina, es una joven de dieciocho años, pelirroja y muy linda. Siempre está aqui desde temprano, me di cuenta que los libros para ella son un refugio.

— Buen día, karina — sonrio.

— Buen día, anne.

— Me sorprende que estés aquí tan temprano — me hago a un lado para que entre — Normalmente no lo haces.

— Entro a la universidad en tres horas — se sienta — En ese tiempo puedo comprar un nuevo libro.

— ¿Cual compraras esta vez? — apoyo mis manos en la mesa.

— ¿Cual me recomiendas? — preguntó mientras se acomodaba en la silla.

Me quedé pensativa por un momento, considerando las opciones que podrían resonar con su amor por la lectura y su búsqueda de significado. Finalmente, sonreí y respondí:

— Te recomendaría "El Alquimista" de Paulo Coelho. Es una historia fascinante.

— Suena genial. Lo iré a buscar.

— ¿Un café mientras esperas para ir a la universidad?.

— Un mocha — asiento.

Me aleje y abrí la puerta para entrar detrás del mostrador. Mientras preparo el cafe, reviso los mensajes del celular.

Maggie.

"Buen día hermana, ¿como estas?".

Negan.