Vivido

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Me pongo mi chaqueta mientras mis manos tiemblan ligeramente al guardar mis pertenencias.

Odio los hospitales. El olor a desinfectante, los sonidos constantes de las máquinas y las voces apresuradas de los profesionales de la salud. Cada vez que tengo que venir aquí, siento que una parte de mí se tensa, esperando lo peor pero deseando lo mejor.

No volveré a venir a uno, no cuando sea yo la "enferma". De verdad no me gustan los hospitales.

Al menos Siddiq me cae bien.

Negan entra en la habitación sacándome de mis pensamientos, pone sus manos en mi cintura y sonrio.

— ¿Lista para irte?.

— Lo he esperado desde ayer.

Un impulso irresistible me llevo a unir mis labios con los de Negan. Él tardo unos segundos en responder. Pero después lo hizo. Mis manos acarician su espalda.

Separa nuestros labios y besa mi cuello, jadeo suave.

— Umm... — me sienta en la camilla.

Sus labios vuelven a los mios, mis manos se agarran a su cadera. La suya toca mi muslo con suavidad. Nuestro beso subía más de tono, es más necesitado, mordió mi labio inferior mientras su mano acaricia mi torso.

Por un momento había olvidado donde estábamos, no puedo, no podemos seguirlo aquí. En el hospital.

— Estamos en un hospital — logro decir cuando me separo un poco.

— Tienes razón, deberíamos parar — asiento.

— E irnos a casa, quiero ver a beth.

— Bueno, vamos

Nos desplazamos juntos en auto por las calles de Georgia, sintiendo el aire cálido y el ambiente relajado.

— Gracias por estar ahí para mí, Negan. Significa mucho.

— Siempre estaré contigo, Anne. No tienes que agradecer. No importa lo que pase, siempre estaré ahí.

Continuamos avanzando en nuestro viaje en auto hasta llegar a mi casa. Al llegar, estaciona el auto, pone su mano en mi muslo y sonrio.

— Tócame... — susurro.

— ¿Estas segura? — asiento.

¿Lo estoy?.

Sus dedos me tocan por encima de mi ropa interior y suelto un pequeño jadeo. Luego, hace a un lado mi bragas y me toca como es.

Hace círculos sobre mi clitoris. Muerdo mi labio inferior. Separo más mis piernas y gimo bajo.

— Estas muy mojada — susurra.

Esparce mi lubricante natural y gimo. Introduce lentamente uno de sus dedos, mi cuerpo se sensibiliza con su toque. Suavemente lo mueve de adentro hacia afuera. Mis manos se apretan a la silla y ahogo mis gemidos.

— Negan... — gimo — Más...

Creo que ahora si él sueño se hizo realidad.

Introduce un segundo dedo, gimo mientras sus dedos me penetran. Se siente tan bien. El nudo en mi estómago se empieza a realizar.

Con su otra mano estruja mi pecho derecho. Gimo, Negan, Negan, Negan. Sus dedos se mueven mucho más rápido, mientras otro de ellos acaricia mi clitoris. Siento llegar los espamos mi cuerpo.

Quiero coger con Negan, pero no quiero que sea aquí en el auto. ¿Quiero eso? — frunzo el ceño — No lo se.

El nudo en mi estómago es mucho más notorio, mis gemidos salen a gritos, mis manos se apretan más. Muerdo mi labio inferior.

Estoy Perdida En El Azul De Tus Ojos. T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora