Estoy Perdida En El Azul De Tus Ojos. T2

Olvidar por un momento

Merle.

El nombre resuena en mi mente una y otra vez, como un eco interminable que no puedo silenciar. Merle, el hermano problemático de Daryl, el hombre que siempre estuvo en la sombra, ahora emerge con una verdad devastadora. Merle, quien no es muy presente en nuestras vidas, regresa de la manera más inesperada y dolorosa.

Merle.

Siento que el peso de esa revelación me aplasta el pecho, dificultándome la respiración. Mis manos están frías, y apenas puedo concentrarme en nada más. A mi lado, Maggie conduce por la ciudad, su mirada fija en la carretera mientras me lleva a casa. El silencio entre nosotras es denso, cargado de emociones que ninguna de las dos sabe cómo expresar.

Merle.

¿Cómo voy a explicarle esto a Daryl?

¿Cómo le diré que la hija que ha amado, cuidado y protegido no es suya, sino de su hermano?

¿Cómo le diré que todo lo que creía saber sobre su familia es una mentira?

El paisaje de la ciudad pasa ante mis ojos, pero apenas lo registro. Todo lo que puedo pensar es en Daryl, en cómo su rostro cambiará cuando le diga la verdad, en el dolor que sé que sentirá. Y en Maya...

¿Qué significará esto para ella?

Merle.

El coche se detiene frente a la casa. Maggie apaga el motor y se gira hacia mí, su expresión preocupada. Sé que quiere decir algo, ofrecerme alguna palabra de consuelo, pero no sabe por dónde empezar. Y, sinceramente, no estoy segura de que haya algo que pueda decir que alivie el dolor que siento en este momento.

- Anne, estoy aquí contigo, no lo olvides - dice finalmente, su voz suave pero firme.

Asiento lentamente, aunque las palabras se sienten lejanas. Lo sé, y estoy agradecida por su apoyo, pero también sé que hay una parte de esto que tendré que enfrentar sola. Porque, al final, soy la que tendrá que darle a Daryl esta noticia, y no importa cuánto apoyo tenga, será una carga difícil de llevar.

Merle.

Tomo aire, intentando encontrar un poco de fuerza dentro de mí para lo que viene. Maggie se acerca y coloca una mano en mi hombro, su toque cálido y reconfortante.

- Esto es una mierda - le digo - Primero la muerte de nuestros padres, y luego enterarnos que Maya no es la hija de Daryl.

Maggie asiente, su expresión se endurece, reflejando la misma frustración y dolor que siento.

- Lo sé - responde, su voz tensa pero llena de empatía -, es una mierda, Anne. Es injusto y cruel, y no hay forma de suavizarlo.

Ambas nos quedamos en silencio por un momento, dejándonos absorber por la gravedad de la situación. La pérdida de nuestros padres ya es un golpe devastador, pero ahora, con esta revelación sobre Maya, parece que el mundo se ha vuelto aún más sombrío, más lleno de incertidumbre.

- Pero no estás sola en esto - añade Maggie, apretando suavemente mi hombro - No importa lo que pase, estoy aquí para ti. Para los dos.

Sus palabras son un bálsamo en medio de todo esto. Saber que no tengo que enfrentar esto completamente sola me da un poco de alivio, aunque sé que la conversación con Daryl será uno de los momentos más difíciles de mi vida.

Merle.

El nombre sigue martillando en mi mente, pero trato de enfocarme en lo que tengo que hacer ahora. No tengo otra opción; la verdad debe salir a la luz, por dolorosa que sea.

- Gracias, Maggie - digo finalmente, con un susurro que casi se ahoga en la intensidad del momento.

Ella asiente, y su mano sigue en mi hombro, transmitiéndome fuerza.