SELENOSIS AFABLE 1 ||YOONMIN||

CAPÍTULO 34 Misión Conejo

Yoongi trotaba hacia el Parque y en su recorrido hizo una pausa para escribirle a Taehyung y preguntarle si se encontraba en el lugar, tenía más de ocho días de no saber del chico, sintiendo una extraña necesidad por saber si se encontraba bien, el casi inmediatamente respondió con un  sí y un punto de encuentro.

-Hola Yoongi, pensé que te había tragado la tierra. —la voz de Taehyung  se dejó escuchar detrás de él.

-En realidad me habían abducido los extraterrestres. —respondió con una broma, observando como el lo emparejaba y le regalaba una sonrisa.
- ¿Cómo estás? —inquirió al verlo perdido en su mirada.
-Bien, en este momento muy bien diría yo, me imagino que has tenido mucho trabajo.
-Algo. -intervino antes de que el pudiese continuar. -¿Cómo van tus clases?
-Bien.. .trato de aprobar que es lo que se espera, obtener el título.
-¿Tienes malas calificaciones? —su ceja izquierda se elevó a modo de sarcasmo.
-Muy malas, cómo te he dicho solo lo necesario para aprobar.. .sabes ya tengo lista la melodía -acotó cambiando de tema. - Me sale a la perfección, no sé, cuando quieras puedes venir a mi casa.

-Yo no puedo ir a tu casa, no después. -buscaba las palabras más adecuadas, para rechazar la invitación, ni drogado pisaría la propiedad de Jun Seo Joon.
-No te preocupes, mi papá no estará, ya le he dicho a mi mamá y ella quiere conocerte. —hablaba emocionado.

-¿Tu madre quiere conocerme? —inquirió deteniéndose para poder asimilar la información.
-Sí, le he dicho que eres mi amigo y quiere disculparse contigo por lo que hizo mi papá cuando tú solo querías protegerme.
-Taehyung, no podré ir, si quieres puedes venir a mi departamento y. - hablaba cuando la mirada de el demostró cierta alerta.
-Lo siento Yoongi no tengo permitido visitar a hombres que vivan solos.

-Tienes razón no es apropiado que lo hagas, puede ser peligroso, no estoy pretendiendo que te haré daño, pero nunca debes confiar...buscaremos la manera, podríamos ir a un club o algo así. ¿Te parece mejor esa idea?
-Si mucho mejor, no desconfió de ti, sé que no eres ningún pervertido.. .solo que. -una vez más Yoongi intervenía.
-Entiendo.. .Taehyung no tienes que dar explicaciones, no te disculpes por lo que crees o sientes. ¿Entendido?

-¡Yoongi! No me has esperado. -exclamó Jungkook, mientras se acercaba trotando, vistiendo un pantalón deportivo negro, una franelilla blanca  exponiendo sus grandes y perfectos músculos, ganándose las miradas de medio Parque en su mayoría mujeres, pero también uno que otro hombre, llevaba una gorra negra completamente lisa, sin ningún bordado, unos Ray Ban y con el cuello sostenía los audífonos color negro. —

Hola. —saludó con una gran sonrisa a Taehyung, quien en ese momento se sentía el hombre más envidiado del planeta por estar en medio de dos hombres que arrancaban muy malos  pensamiento, en el sentido sexual.
Jungkook al ver al chico supuso que no pasaba los veinte, pero sintió una gran empatía, aun cuando este ni siquiera le había hablado porque se encontraba algo confundido.

-Hola. —saludó con su voz casi de niño bajando la mirada.
Taehyung se sintió algo intimidado ante el hombre, ante la estatura, contextura, belleza y el color de sus ojos, que aunque se le veía fuerte, implacable, su mirada parecía un mar en calma y brillaba como cuando el sol le sacaba destellos.

-Tengo que desocuparme temprano. —intervino Yoongi al ver que Jungkook solo miraba al chico a su lado, dirigió la mirada a el. —Taehyung, él es Jungkook mi primo. —presentándoselo.
-Mucho gusto Taehyung. —dijo espontáneamente y se quitaba  de manera rápida el guante deportivo para tomarle la mano.
-Igualmente Jungkook. —recibiendo el saludo, sintió el agarré caliente, suave, pero a la vez fuerte.

Jungkook le regaló su mejor sonrisa e inmediatamente la de el le cautivo, se había prometido no seducir a menores de veinte, pero quería a ese chico, hasta se lo imagino entre sus brazos, sería algo complexo para el, porque era verdaderamente pequeño, más de contextura que de edad y caía en cuenta que su primo andaba con Jimin y ya buscaba como pasar el tiempo con otro, cosa que no le extrañaba, pues era difícil dejar pasar tanta belleza y ternura.